Anticristo (Lars Von Trier): violenta, profunda, compleja y confusa. Así es la última película del director danés, una de las más esperadas de la sección Autores del Festival. Protagonizada por Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg (Palma a la Mejor Actriz en el último Cannes), narra la tragedia y la sumisión al dolor de dos padres que pierden a su pequeño hijo en un accidente doméstico. Desde sus primeros planos, Von Trier provoca al espectador, marca el territorio y señala el camino que tomará el relato. Dividido en capítulos, el prólogo y el epílogo adquieren una belleza visual y sonora que hacen olvidar la violencia de esas imágenes, proyectadas en un exquisito blanco y negro y música fuera de campo. Luego, la historia se transformará en un tour de force sobre la culpa, la violencia y el sufrimiento de los protagonistas. Un relato que no deja indiferente al espectador, obligándolo a tomar partido, a favor o en contra de Anticristo, de los personajes y del mismísimo director. Quizá por eso que la sala completa del Ambassador 1 se retiró en silencio, impactada y conmovida por el film. Por Juan Manuel Quintanilla