El ex secretario de Gobierno del intendente Gustavo Pulti, doctor Juan Guiñazú, ya no tratá con los piqueteros de Berrozpe, tampoco con los muchachos de Gilardi ni con las sociedades de fomento. No tiene nada que ver con la frágil política de Personal de la Municipalidad ni con el desquicio de Transporte y Tránsito, con las habilitaciones truchas, con la tarifa de los taxis, con las monederas ni el precio del boleto. No tiene que hacerse cargo de la invasión de los vendedores ambulantes de la próxima temporada, de los “franelitas” ni de los limpia vidrios en todas las esquinas, tampoco tiene que lidiar con la inseguridad y la toma del Concejo Deliberante. Y fundamentalmente ha zafado (según cuentan en los pasillos oficialistas) de las histerias, las broncas y malos tratos, que subían desde la planta baja hasta el cuarto piso, haciéndolo cargo de todo lo malo que pasaba por Hipólito Yrigoyen 1627. Tampoco tiene pegado su celular a la oreja, mientras busca dónde dejó su auto estacionado, en el micro centro marplatense.
El doctor Juan Guiñazú curte otros aires, más reconfortantes por cierto, como se lo puede ver en la foto del diario La Nación, junto al ministro de Economía de la Nación, licenciado Amado Boudou, de cuyo gabinete forma parte.
Se lo puede observar a Guiñazú, en la recepción a Argentina de la reunión del G20, de la que participan representantes de 20 países más importantes del mundo. Guiñazú luce sonriente en la sala William Dombar del Hotel Fairmont, en la ciudad de Saint Andrews en Escocia.
El doctor Guiñazú se inició en la política, cuando Mario Roberto Russak, creó el Departamento de la Juventud, tarea que compartió con Fernando Alvarez, a principios de la década del ´90
Ni canillita ni campeon,dignos trabajos o situaciones de vida,por lo de campeon.Ojala por el bien de Argentina y de todos los ciudadanos estos señores esten preparados intelectual y academicamente parala tarea que tienen que desarrollar.En el caso de estos funcionarios dejo planteadas mis dudas-