Sergio Hernández conoce a la perfección el peso de sus declaraciones. Sabe que, desde su condición de técnico de la Selección, lo que dice toma una dimensión más grande. Entonces siempre mide sus palabras para no herir susceptibilidades. Pero la permisividad de los árbitros al juego sucio lo inquieta. Tal es así que, pese a haber dado vuelta un partido increíble frente a Boca en La Bombonerita, el técnico de Peñarol admitió que la pasividad de los jueces hace que “el juego no sea tan fluido” y que “es probable que haya que revisar el tema”.
“El gran problema es la defensa del hombre sin balón. Está costando salir de las cortinas, está costando poner las cortinas, está todo muy trabado, como en el fútbol en el área cada vez que hay un córner. Acá pasa lo mismo y eso hace que el juego no sea tan fluido”, arrancó el Oveja luego de festejar con sus jugadores el triunfo por 78-72 sobre Boca, que le permite volver a la punta de la Zona Sur.
-¿Se está pegando mucho?
-Está un poco sucio, un poco trabado. Yo hablé bastante con los árbitros y la excusa es que si no, no quedaría nadie en la cancha. Mi respuesta es que no es problema nuestro, sino de ellos de acomodarse a eso y ver cómo se puede marcar tendencia desde un principio. Ya cuando se habla tanto es porque algo debe pasar eso. De todas maneras a mí después de los partidos no me gusta hablar de los árbitros. Aprovecho hoy que ganamos y con un técnico cobrado (a Pablo D’Angelo) a favor en el final. Por eso, lo digo en un momento en el que no fui perjudicado, en el que no perdí y en el que no debería pensar en los árbitros.
Hernández tampoco se escondió detrás de los arbitrajes a la hora de explicar por qué Peñarol no encuentra una regularidad. “Ganamos más partidos de lo que nuestro juego indica. Nos tenemos que acostumbrar. Estamos hablando que jugamos mal, pero si el equipo gana y tiene carácter no hay que renegar tanto. Yo pretendería otro tipo de juego, más fluido, repartido ofensivamente y no abusar tanto del tiro de tres puntos, aunque nos está alcanzando para ganar. No quiero que eso tape lo malo pero tampoco tengo que dejar que mi disgusto hacia la forma de juego tape lo bueno”, aseguró.
(Fuente: Clarín)