Si bien estaba en los planes viajar a Estados Unidos para “desestresarse” luego de la agobiante campaña, Martín Insaurralde cambió de opinión. El viaje de amor iba a ser con su nueva novia, la siempre escurridiza Jésica Cirio. En plan “nacional y popular”, los tortolitos iban a pegarse una “escapada” al país del Norte para participar de las celebraciones de Halloween.
Pero quizás se dieron cuenta. Complicaciones de agenda impidieron al intendente de Lomas de Zamora encarar el viaje, y Jésica terminará yéndose sola, como anunció vía Twitter. No es lo ideal dejar a una mujer de esas características abandonada a su suerte en un país desconocido, sobre todo porque podría cobrarse una nueva víctima. Se sabe de su predilección por destruir todo lo que toca.
Como sea, Insaurralde permanecerá en su pago, ultimando detalles para asumir su banca de diputado nacional el 10 de diciembre, tal como ratificó más de una vez para contrarrestar las múltiples versiones circundantes. También participa en cuanto acto kirchnerista se lo invite, en la Casa Rosada o en algún distrito de la provincia de Buenos Aires. Anda para todos lados con su nuevo amigo Daniel Scioli.
No está pasando por un buen momento, Martín. Arriesgó mucho al aceptar el ofrecimiento de la presidenta Cristina Kirchner de ser cabeza de lista del FpV en la provincia de Buenos Aires, como un modo de “espejar” la candidatura del gran vencedor, Sergio Massa. Si bien logró remontar su imagen luego de las PASO, el tiempo que se perdió fue mucho.
En la campaña rumbo a las primarias, su imagen sólo estuvo condicionada a la de Cristina, que monopolizó los spots. Después de la primer derrota -y Daniel Scioli mediante-, el publicista Ernesto Savaglio quedó a cargo de la estrategia y alumbró el “MI”. El protagonista de los avisos pasó a ser el propio candidato. Pero Savaglio no se esforzó mucho, porque repitió los spots usados por Scioli en 2011. Ya era tarde. Tarde para todo.
Hoy “Martín” anda cabizbajo, sacándose fotos con la gente como si fuera una celebridad. Si bien logró superar la barrera de los 30 puntos el último domingo, Massa terminó aventajándolo por un 12 por ciento de diferencia. Corte de boleta incluido. Demasiado para la provincia que es “la madre de todas las batallas”.
Por eso, si bien no va a asistir a las celebraciones imperialistas por Halloween, mal no le vendría a Martín ponerse una calabaza y “guardarse” por un tiempo. Después habrá oportunidad de pensar en los próximos movimientos. Porque siempre hay nuevas chances, una vuelta más.