Política

Se acabó la campaña

Como un verdadero descanso para los oídos hemos recibido en la fecha el fin de la campaña política desarrollada por innumerables candidatos que juegan en las elecciones legislativas del próximo domingo la posibilidad de acceder a una banca en los niveles nacional, provinciales o municipales.

Se apagaron los resonares de bombos, estruendos, cantitos y discursos más o menos enfáticos en los que los candidatos pretendiendo ganar la simpatía de los electores recurrieron a sus mejores ideas derramando sus cataratas de palabrería a toda hora tanto en actos personales como por intermedio de los distintos medios de información, que dicho sea de paso han engordado sus finanzas a costa de este esfuerzo. Las redes sociales y hasta las líneas telefónicas fijas y móviles se utilizaron a destajo molestando a toda hora, sin que en realidad nunca pudiéramos enterarnos, como dice el viejo dicho “de donde sale para tantas misas”.

Cierto es que prácticamente nada nuevo se ha ventilado, aunque si resulta notable la desvergonzada de muchísimos candidatos que prometieron como si el cargo al que aspiran fuera el de emperador, dueño y señor de hacer y deshacer y no de una simple banca legislativa, dentro de un cuerpo completado por otros muchos. Hasta los aspirantes a concejales municipales se han mostrado como que realmente cuestiones de otros niveles de gobierno les fueran a ser propias.

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Ha finalizada la campaña, al menos estamos en silencio, nuestra democracia aún adolece de muchas fallas a las que la clase política en general no parece prestarle mucha atención, a los trabajadores policiales todo nos huele bastante a cuento, ya que al menso en nuestro caso los derechos constitucionales tan pregonados y en cuya defensa ningún partido político ha prometido mucho, sigue siendo una ilusión bastante lejana, el artículo 14 bis de la Constitución Nacional que garantiza el derecho sindical a “todos los trabajadores”, es un simple enunciado ya que sigue siendo negado por el Poder Ejecutivo y por lo menos tampoco en estas elecciones los partidos políticos, de todas las especies, de derecha, de izquierda, de centro, de arriba o de abajo, no dijeron una palabra y salvo algún candidato que por cuenta propia lo mencionara como elemento fundamental para reconstruir el andamiaje en el que se asiente un verdadero sistema de seguridad, todo sigue como antes.

La inseguridad pública es sin embargo un tema al que todos reconocen como prioritario para llevar tranquilidad a la sociedad, pero salvo la mención por encima de este tema, el enunciado de algún “plan”, insistir con el mentiroso cuento de la policía municipal, la visita de algún ex funcionario extranjero para hablar sobre temas que de sobra conocemos los policías argentinos, y de cuya exposición ni siquiera se comentaran cosas de verdad importantes como cuando se le preguntó sobre la forma de combatir la corrupción en la policía, a lo que respondió que PRIMERO HABÍA QUE TERMINAR CON LA CORRUPCIÓN POLÍTICA, por lo demás nadie dijo nada de verdadero interés.

Ha terminado la campaña, una nueva elección tendrá lugar el domingo, los policías  seguimos esperando que la democracia nos tenga en cuenta y nos reconozca derechos, entretanto es posible que en alguna provincia, como se hace tradicionalmente desde siempre ya estén preparados los corrales para encerrar a nuestros hermanos indígenas, para los cuales los extensos párrafos de derechos y garantía también son ajenos, para evitar que se equivoquen les será indicado el candidato más conveniente reteniéndoles el documento de identidad, el lunes sabremos que un poco por vergüenza algún partido político recogerá la segura versión de algún periodística independiente, y hará como que el hecho les preocupa, más o menos parecido resulta el Código Electoral Nacional que no habilita a votar en la mesa donde presta servicio al personal policial, aún sabiéndose que resulta muy difícil que fuera afectado precisamente a aquella en que estuviera inscripto y que razones de distancia le dificultarán el ejercicio de ese derecho aún en la remota posibilidad de que se lo releve a mitad de la jornada.

Seguimos esperando una democracia plena, según lo que parece hasta ahora los partidos políticos, “garantes” de la misma, poco o nada hacen para que ello ocurra de verdad.

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