Esta frase que pinto como nada la “fidelidad” de los súbditos de todas las Monarquías, sirve para graficar el olvido de una sociedad para con un Hombre que la represento y defendió como pocos otros.
Juan Carlos Vilches fue Maestro, de profesión y de la radiofonía, a tal punto que desde sus comienzos allá por abril de 1970, en su “Borsalino”, de la vieja e inigualable LT20 Radio Junín , fue un espejo en el que siempre me mire.
En su vida profesional y en su otra pasión, el futbol, fue exactamente igual, tenaz, valiente, arremetedor e inclaudicable, otro rasgo para admirar y valorar de semejante tipo.
Amigo de sus amigos y sufrido añorador de afectos pretéritos, aunque ese mismo espíritu de gladiador, le impidiera siquiera mencionarlo. No tuve la ocasión de ser su amigo, en el cabal sentido de la palabra, pero si de ser un par, que lo admiro y con quien compartió muchísimos momentos. Supe de su carácter férreo y de su rectitud, no tenia dos caras.
Fue tan impactante su tarea en Mar del Plata, como grande fue su decepción, al descubrir, que en quien mas confiaba, fuera de su familia y de sus afectos, no le correspondía…y ese fue el principio del fin.
A la hora de su partida, fui uno mas, en el cortejo que lo lloró, y aquel día de octubre de hace ya diez años, mi garganta se cerro y no pude gritar mi dolor, solo llore…
Me atragante en lagrimas, viendo a cientos de personas aplaudir al despedirlo, la gente despedía al gran hacedor de radio, pocos, muy pocos, sabíamos que perdíamos además a un gran hombre…
Y como suele pasar, los súbditos de las monarquías, cumplen su inexorable destino y al morir el rey, vivan al nuevo rey…lo cierto es que, nadie reemplazara jamás a alguien de su capacidad y de su nobleza, y ya no hay reyes en mar del plata…
Cuando esa gente que lo veneró, aplaudía el paso de féretro, lloré porque sabía, que sobrevendría el olvido…y no me equivoqué.
Supe entonces, viendo en mas de una ocasión que su ultima morada, solo recibía la visita esporádica de unos pocos, (que por supuesto casi siempre eran sus amigos de verdad, los de toda la vida, los de Junín y unos poquitos mas), que no quería morirme en esa tierra.
Quien se sirvió de su impecable foja de servicios y siendo su contratante, fingió ser su amigo, hasta prohibió que se lo mencione en esa misma radio a la que ilumino con su descollante labor luego de su temprana partida, pero lo cierto es que no puede taparse el sol con las manos y aunque haya quienes acepten esa absurda prohibición, aunque haya súbditos, que sigan gritando viva el rey, a cada rey que asuma, habremos otros que jamás te olvidaremos.
¡¡¡ Gracias Juan, porque fue un honor, competir y hasta perder frente a tu clase , gracias por la humildad , de reconocer mi modesto esfuerzo y hasta mi breve minuto de gloria . Me medí con el mejor…”y me doy por bien pagao, dentrando detrás de él…” , gracias por hacerme descubrir mi vocación , gracias por el afecto y el respeto con que me trataste siempre.
¡¡¡ Los que tuvimos la dicha de conocerte, no te olvidaremos jamás…!
¡¡¡¡ Viva Juan Carlos Vilches…, viva su recuerdo y su hombría de bien…!!!
Claudio Lassiar