¿Calidad de playas o equipamiento urbano?
Hemos leído con suma atención la noticia referida a la nominación como “principal destino de playa de América del Sur en los World Travel Awards (WTA) 2013, algo así como los premios Oscar de la industria del turismo a Mar del Plata.
Compartimos plenamente la satisfacción y alegría que, según la nota referida, expresa Pablo Fernández, Presidente de “Turismo Mar del Plata” sobre esa tan importante nominación. En especial, dado que proviene del “capitulo Latinoamericano” de la WTA que integran Agentes de viaje, operadores turísticos, autoridades del sector y además, como se dice en la información, “votos del público”.
Como ciudadanos marplatenses y “turistologos” de vocación y profesión, no podemos menos que sentirnos orgullosos de nuestra ciudad y su nominación, su condición de mayor ciudad de argentina en el litoral marítimo, el volumen en camas de nuestra oferta hotelera, nuestra arquitectura tradicional, la belleza de nuestras costas, nuestra gastronomía (Premio que en el rubro mereció Perú en esta misma nominación) y otras conocidas “fortalezas” de Mar del Plata como oferta turística nacional.
Destino de playa
Pensamos y es solo nuestra opinión- que el título de “Destino de Playa “ elegido para la nominación, es erróneo, Debió ser, tal vez “Ciudad Turística” o parecido, pero nunca “destino de Playa” ya que, como muy bien se señala en la nota “no se ha tenido en cuenta “ni el color de la arena ni la calidez de sus aguas de mar”, conocidas debilidades de nuestra oferta nacional y obviamente internacional.
Singularmente, casi al mismo tiempo, otra entidad, “TripAdvisor, el sitio de Internet especializado en turismo, realiza un clásico ranking denominado Travellers’ Choice, y en el rubro “mejores playas del Mundo” no figura ninguna de Argentina y si de Brasil entre las “mejores diez”.
A nuestro entender, la diferencia de criterios utilizados en los parámetros de selección de lo que debiera ser un “Destino Playa” es lo que nos importa señalar, sin desmedro –insisto- de la importancia que para Mar del Plata tiene la obtención de la nominación en los “WTA 2013”
Como muy bien indica el Editor de Milenio, a fines del pasado verano participamos como oradores invitados en unas “Jornadas de innovación Turística” realizadas en la vecina Pinamar, donde nos tocó presidir, junto al Arq Mantero de la UNMDP, la mesa de discusión de “Turismo de sol y playa”, precisamente.
Reunión a la que asistieron autoridades turísticas de los principales destinos litorales de nuestra provincia y -donde fue notoria la ausencia oficial de Mar del Plata, excepto por un miembro del Consejo Asesor del EMTUR, pero en su carácter de prestador privado de Servicios Turísticos Marinos. En esa reunión presentamos un trabajo destinado a señalar “Fortalezas y debilidades” de nuestra oferta de sol y playa y durante cuyo trascurso se evidencio la decadencia mundial de la oferta de sol y playa y la necesidad de “Innovar” al respecto.
Parte de esa presentación, resumo para explicitar nuestra opinión, tal como se me solicita.
Antes, debo lamentablemente, discrepar con el distinguido Pablo Fernández, cuando dice” “es muy importante porque es un premio turístico internacional que destacan los valores y las características de los destinos del mundo”. Y consideró que “es el camino para que la ciudad se posicione como el gran destino internacional”.
Valores y características que no son, precisamente, los de nuestras playas propiamente dichas y mucho menos su oferta estacional “de sol & playa” para el mercado internacional.
Nuestras debilidades
Para ingresar con mediadas posibilidades de éxito en el competitivo mercado internacional debiéramos intentar, al menos, superar algunas de nuestras “debilidades” (las hay, lamentablemente algunas insuperables).
Por razones de espacio, nos limitamos a expresar solo algunas. A nuestro modesto entender, sin otras consideraciones, en la certeza que los lectores disponen de sobrada capacidad para interpretarlas:
Primera: Hemos observado a lo largo de nuestra experiencia, labilidad empresaria para comprender que un “producto turístico” debe incluir, además de CALIDAD, PRECIO ACCESIBLE para el mercado dominante de su oferta y adecuada promoción a cargo del prestador del servicio, en TIEMPO Y FORMA. Habitualmente se demora la información, en espera de eventuales modificaciones cambiarias o aumentos en los índices de inflación.
Segunda: Accesibilidad al ”Recurso Playa”.. La mejor oferta hotelera se encuentra no siempre sobre la “Playa”
En los centros urbanos más desarrollados (como nuestra Mar del Plata) el acceso al recurso es, en alta temporada, lento y muy dificultoso, sin adecuado y suficiente estacionamiento vehicular a distancia peatonal razonable del recurso “`playa”.
Tercera: La oferta de sol y playa “céntrica” se encuentra en el 90% de su superficie de arena concesionada reduciendo así las superficies de uso público gratuito, observándose, además, un marco social POCO recomendable por la presencia activa de arribados “sin techo”, “descuidistas”, y oportunistas que aprovechan la natural desatención del visitante, que intenta disfrutar de su ocio recreativo, con seguridad.
El “operativo sol” ha morigerado en parte este flagelo, habitual en cualquier oferta turística nacional.
Cuarta: La contaminación de las aguas de mar es evidente y hasta peligrosa. La UNMDP vine realizando estudios científico- técnicos que lo prueban, resultados que, no obstante, no solamente no se divulgan, sino que se ocultan.
(Es de esperar que las obras del “Emisario submarino” en plena construcción y según informes oficiales está a punto de concluir, comience a dar los resultados esperados y haga realidad la promesa del Intendente Pulti cuando hace poco predijo algo así como que “Tendremos las mejores aguas de mar del país”.
Quinta: si aspiramos a recibir un mercado del exterior, incluso del Cono Sur, observamos la absoluta falta de indicaciones mínimas en Ingles o portugués, señalando playas, servicios de baño y ducha, dispensarios de primeros auxilios u otros de igual trascendencia.
Igualmente en otros destinos, algunos en el país y otros fuera, el personal policial, guardavidas, “carperos” u otros servidores, públicos o privados, portan en sus uniformes símbolos indicadores del idioma en que los visitantes del exterior pueden comunicarse.
Sexta: Nuestros clientes potenciales especialmente del exterior o de procedencia nacional mediterránea, expresan habitualmente que, la temperatura de nuestras aguas, es más baja, que las que han disfrutado en otros destinos , fuera del país o en recursos de playa nacionales bañados por corrientes marinas de temperaturas más “amigables”.
Por otra parte, el “color” de nuestras arenas y su granulometría es más “oscuro” que en otros destinos de playa nacionales y obviamente internacionales. Ese color, no solo es un hecho “estético” o “paisajístico” sino que por su color más “oscuro”, absorbe más los rayos solares y los transforma en calor, transmisible, y hasta doloroso para quienes transitan la arena descalzos. Esto obliga a las explotaciones de playas que llamamos “balnearios” a colocar senderos en varillados de madera para evitar quemaduras de pies a sus clientes. Caminos y senderos inexistentes en otros destinos de playas de arenas más “blancas”
A ello hay que agregar las condiciones climáticas habituales del clima marítimo de nuestra latitud para el usufructo del “sol y playa”, lo que señala muy claramente el informe producido por el meteorólogo Pedro Mazza, que reproducimos:
Siete de los nueve días calificados como “regulares o malos” para el uso de “sol y playa” coincidieron con “fines de semana” y uno de ellos, con la mayor presencia de visitantes de toda la temporada. Consecuentemente, las estadísticas oficiales de “ingresos de turistas” en el mes tomado como testigo, (enero 2013) indican que fueron mayoría los visitantes los que, por razones climáticas, no pudieron hacer uso de las playas.
Por todo ello, insisto lamento diferir con la opinión entusiasta del Presidente de Turismo Mar del Plata ya que considero sería un error basar nuestra “oferta turística Internacional” en la denominación de “destino de playa” cuando, en realidad, nuestras “fortalezas” están en otros atributos como su condición ideal de receptor de acontecimientos programados (Congresos, convenciones, eventos deportivos internacionales (terrestres y marítimos) sus espectáculos teatrales, recitales y y su condición de “bella ciudad frente al mar”.
Para terminar, y de paso, lamento que el autor de la nota original objeto del presente, cometa el reiterado error de llamar “Industria” al turismo que, como tal, es una suma multidisciplinaria de “servicios”, como lo es la Hotelería, que tampoco es una Industria.
Gracias por la gentileza y el honor de consultarme. Y a los lectores, perdón por la largura.
Lucho Martínez Tecco