¡Claro que sí! llegan Los Amados

Como muchas de las cosas que nos parecen serias -y nos hacen sufrir y padecer y un largo etcétera-, el amor, si uno toma la distancia adecuada, se revela como un conflicto ridículo. Ridículo en su seriedad. Un poco de eso es la enseñanza que nos dejan Los Amados, el maravilloso grupo kitsch que se presentará este sábado a las 21:30 en la sala Astor Piazzolla con Karabalí, ensueño Lecuona.

Con 20 años sobre los escenarios, Los Amados saben dar la dosis justa de musicalidad, teatralidad y humor. Lo que hacen es sencillo: toman el estilo de las bandas de boleros de la década del 50 y las reconstruyen a partir del absurdo y la parodia. Lo que no es sencillo es llegar a los resultados que llegan ellos. Hay detrás de esa creativa ingeniería un talento musical y un poder de observación que hace humor desde lo pequeño, desde el detalle, y no desde la obviedad.

Raros peinados, ridículos bigotes, canciones pegadizas, versos perfumados, trajes anacrónicos, engolamiento general. El universo que despliega esta agrupación es la explosión de lo que alguna vez fue eje y hoy se convierte en una antigualla ridícula. Lo interesante del trabajo es que si bien basan su humor un poco en el patetismo, trascienden esa frontera para construir una galería por demás entrañable.

El espectáculo con el que se presentarán este sábado es un homenaje al maestro cubano Ernesto Lecuona, denominado el padre de la zarzuela cubana, también un hombre que hizo de la puesta teatral un modo expresivo. Entonces canciones como María la O, Celos, Para Vigo me voy y Malagueña son el molde ideal para que Los Amados exploren el pasado como un lugar artificial, donde también entran esos sentimientos a los que las canciones se refieren.

Seguramente vuelvan en la temporada de verano. Ir a ver Karabalí, ensueño Lecuona es no sólo presenciar un espectáculo sumamente recomendable, sino anticiparse a lo que seguramente será de lo mejor de esos meses donde el sol, el colágeno y las pocas ganas de pensar hacen crujir las tablas como un lamento.