La dirigencia de Peñarol impide el trabajo de la prensa

A veces se toman decisiones oportunas, y son saludadas como corresponde. Pero cuando se deciden cuestiones arbitrariamente, sin criterio alguno, también hay que manifestarlo. La dirigencia de Peñarol decidió no acreditar a este medio -y a otros medios periodísticos locales en Internet- para lo que es la cobertura de esta temporada de la Liga Nacional de Básquetbol.

El argumento brindado es que se ha decidido acreditar exclusivamente a portales que tengan que ver con lo deportivo, pero no a aquellos que difunden información general. Igual, no sorprende, ya que no es la primera vez que los dirigentes milrayitas, en una conducta poco saludable, dejan afuera del estadio polideportivo a este medio.

Lamentamos esto, primero, como medio periodístico que ya tiene más de dos años online y que ha sido habilitado para cubrir acontecimientos tan disímiles como el Festival Internacional de Cine, la Cumbre de Alcaldes, recitales, obras de teatro y demás espectáculos y eventos que se desarrollen en estas playas. Y exclusivamente en lo deportivo, ha sido acreditado en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), en la Liga Marplatense de Fútbol, en el Club Atlético Quilmes, en Aldosivi, en Alvarado y en Unión, sin ningún tipo de problemas y siempre cumpliendo con los requisitos previstos. Lo lamentamos, decimos, porque esto nos impide desarrollar nuestro trabajo de manera acorde.

Y lo lamentamos también porque desde ya, ocupando en promedio el 10% de un estadio que alberga 6500 espectadores, son muchos los simpatizantes de Peñarol que quedan afuera de la cancha y acceden al desarrollo de cada partido a través de los medios periodísticos. Si bien uno puede considerar que existe cierta proliferación de medios poco profesionales, también acusa el escaso criterio de una dirigencia que no logra discernir entre aquellos que hacen su trabajo de manera adecuada como, creemos, lo venimos haciendo desde junio de 2007.

Pero decíamos que no sorprende esta actitud de la dirigencia milrayitas ya que si uno los escucha atentamente, se manifiestan habitualmente con cierta prepotencia avalada a la sombra de algunos éxitos deportivos. Prepotencia que, por cierto, debería ser justificada con un desarrollo institucional mucho más importante: recordemos que Peñarol juega de local en el estadio polideportivo desde hace ya casi 15 años, un escenario que es de todos los marplatenses y que el autodenominado “cuadro de la ciudad” utiliza sin pagar canon alguno, aprovechando favores políticos.

Reiteramos, Peñarol está en todo su derecho de acreditar a quien le parezca necesario. Lo que necesitamos son argumentos sólidos para no quejarnos y reconocer la imposibilidad. Igual, no se preocupen, de ahora en más mdphoy.com pagará su entrada, como cualquier espectador, para cubrir la campaña de Peñarol y mantener informados a todos los milrayitas, populosa hinchada si las hay.

Si el motivo por el que no se nos da una acreditación es la pérdida económica que esto genera. Bueno, no somos quiénes para dar consejos, pero podríamos recomendarle a la dirigencia milrayitas que tenga más cuidado en los gastos que realiza campaña tras campaña, contratando jugadores carísimos, con la ilusión de obtener una Liga Nacional que se viene negando desde 1994. Pensar que es la misma dirigencia que, de manera humilde, hace unas pocas temporadas armó un equipo chico para salvarse del descenso y luego construyó un exitoso camino con dos subcampeonatos, un Súper 8 y una Liga de las Américas.

En tiempos donde lo deportivo se mezcló como nunca con político y la libertad de expresión, por cierto que esta actitud poco cercana con el sentimiento democrático no hace más que preocuparnos por lo que se está observando, un determinismo unipersonal y una forma de ser que descree del periodismo como una forma válida de difusión de actividades. A no ser que Peñarol suponga que su presencia sea tan autosuficiente como para no precisar que los medios informen. No queremos creer que se llegue a tanto.