Hace una semana el intendente Gustavo Pulti recorría los arroyos de la ciudad, en una verdadera puesta en escena, propia de un circo del puerto, y del protagonismo de un payaso en la pista. El intendente se mostraba contento, eufórico y decía de sus satisfacción por que la ciudad “había respondido satisfactoriamente a los embates del temporal”, que se produjo en Navidad. ¿Qué arroyo podía haber tenido dificultades de desborde con apenas 68,5 mm. de precipitación pluvial en 20 horas?
Salió a cubrirse de la falta del restablecimiento de energía eléctrica por parte de EDEA, que informaba que en cuestión de horas el servicio se había recuperado, cuando vastos sectores de la ciudad se quedaron sin luz por espacio de 72 horas. EDEA respondió a través de La Capital, órgano oficialista, donde no lo trató nada bien al intendente municipal, hasta como deslizó qu estábamos frente a un embaucador de cuidado.
Ayer y hoy se han visto zonas turísticas densamente concurridas, donde estaba apagado total o parcialmente el alumbrado público. El Parque San Martín, varios tramos de Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos y la Peatonal San Martín, lucían sin luces o en penumbras, aumentando el latente peligro por la inseguridad.
En una semana ni en Navidad ni en Año Nuevo, la ciudad ha dado respuestas satisfactorias. Pero llama la atención que el alumbrado público apagado, corresponde a obras nuevas, con materiales nuevos pero no ensayados ni tienen cumplido el protocolo respectivo. Se calcula que el 20 % (12.000 lámparas) del parque de alumbrado público (60.000 lámparas) no funciona por distintas razones y se puede apreciar por la demanda de contribuyentes, que se quejan por el aumento de tasas pero que no atienden los reclamos.
Además hoy el pago a proveedores se haya con un atraso que va desde los seis meses a los dos años (si de 6 meses a 2 años), las garantías de contrato se hayan sin cumplir y mucho de los prestadores ante la falta de pago han abandonado las obras en su período de plazo de garantía. Y acá están los resultados, tenemos una ciudad en penumbra en sus principales paseos públicos, y ni hablar de los barrios.
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