Felicidad y desazón. El joven marplatense Aris Patiniotis quedó con esas ambiguas sensaciones este viernes en su último Mundial Juvenil de Padel, en Sevilla.
Por la mañana, en compañía con el santafesino Lautaro González Pezz, logró cumplir su sueño de llegar a las semifinales, tras vencer a los brasileños Silveira Da Cunha-Matheus Simonatto por 6-1 y 6-0. Un andar demoledor de la dupla nacional, que había ganado todos los cotejos en disputa y sin haber cedido sets hasta ese momento. La probabilidad de alcanzar la final y ganarla se acrentaba cada vez más, en virtud de que binomio argentino poseyó un conocimineto y sincronización perfectos en la cancha, más un despliegue técnico memorable. Pero, en semis, ante los represetantes locales, Francisco Pérez Navas-Gonzalo Rubio Pérez, luego de un apretado primer set, perdieron 7-6. Ya en el segundo, no pudieron abstraerse y terminaron abajo 6-1, para ver esfumarse la chacne (muy viable) de haber disputado la final.
No obstante, merece destacarse y valorarse el desmepeño del marplatense junto al santafesino. Quienes, a partir del año próximo mantendrán unida la dupla, para comenzar sus etapas en mayores, bajo el formato profesional del circuito nacional. Y, de conseguir buenos resultados, como se proyecta con raciocinio, buscarán emigrar el major torneo del mundo, en el profesionalismo español, emulando a otros marplatenses que se erigieron en la cima mundial, como Juan Martín Díaz o Cristian Gutiérrez.
Ya sobre el fin de ésta jornada, encontró un entonado aliciente, ya que en la modalidad por selecciones, Argentina en varones clasificó históricamente a la final, que disputará ante España (campeón defensor), el próximo domingo, cuando concluirá este certamen, en el precioso complejo de Cartuja.
Lo alcanzado por Pationiotis en España, demuestra que el padel ha vuelto a crecer en una ciudad y estimula esa sensación de los ’80- ’90, cuando era “capital nacional de padel”. Desde Mar del Plata, siguen saliendo grandes exponentes hacia el mundo.
Por Marcos Buenaventura