Esta cifra representa aproximadamente un quinto de la Población Económicamente Activa (PEA), si tomamos a la misma en alrededor de 336.000 personas. El componente se obtiene tomando los datos que brindó el INDEC para el último trimestre de 2011.
La desocupación según estas cifras oficiales es del 7,7 % lo que representa un total de 25.872 personas totalmente desocupadas (el 65% de las tribunas del Estadio Mundialista cubiertas).
Por otro lado nos encontramos con la cifra del 12,4 % de subocupados, categoría esta, básicamente compuesta por changarines o gente muy mal retribuida cuyos ingresos no alcanzan a cubrir sus necesidades, lo cual arroja un total del 21,4 % de la población con problemas laborales de distintas dimensiones. Dentro de los subocupados un 3,2 es no demandante, es decir ya no busca más trabajo, mientras que si lo hace el 9,2.
La población económicamente activa con problemas mide en subocupación no demandante 3,2%, y se ubica en segundo lugar en el país entre los grandes conglomerados, detrás del conurbano bonaerense(3,7%), . Esta cifra que parece no significativa representa a más de 10.700 personas
que se han resignado a vivir en situación carenciada, lo cual implica un caldo de cultivo imprevisible para incorporarse a la delincuencia por necesidad no contenida
Para tener una idea gráfica de lo que representan 70.000 personas con problemas de trabajo, si los mismos realizaran una cadena tomándose de las manos con los brazos extendidos formarían una fila humana que superaría la extensión de distancia de nuestra ciudad con Balcarce, ubicada a 64 kilómetros.
Luego de este desagregado, un número apenas superior a las 200.000 personas, se encuentra con distintos niveles de empleo, registrándose una alta cantidad de trabajadores en negro, con planes sociales y cooperativizados. Un último trabajo de una consultora privada de alta confiabilidad nos indica que los trabajadores en negro, ya sea parcial o total esta condición, superan el 40% sin tener en cuenta a las retribuciones en negro que reciben más del 57% de los empleados públicos.
Todos estos datos paralizan cualquier discurso o relato exitista al cual estamos acostumbrados en nuestra ciudad que en un momento de su historia fue llamada “La feliz”, si no hay convicción de esto baste con leer los robos que se blanquean en los medios periodísticos y si no que se lo pregunten a los recaudadores del trabajo de Carmen Barbieri y su elenco.