Las estaciones de servicios no han repuesto el stock del fin de semana anterior; la entrega de combustible afecta en un 50 % el abastecimiento normal; la empresa YPF tiene el 60 % del mercado y es la que más sufre el problema. Así con este panorama quienes lleguen a Mar del Plata y al corredor balneario del Atlántico, sabe que podrán llegar pero ya pueden ir pensando en cómo volver, según el combustible que usen.
Fuentes vinculadas al transporte de combustible pintaron un panorama absolutamente desalentador en relación al próximo fin de semana largo cargado de feriados de carnaval. “La situación ha sido calificada como de desesperante” y quienes la sufren también son los expendedores de combustible, quienes no recuperan la falta de venta por no tener las cisternas llenas, y el escaso margen de rentabilidad los está envolviendo en pérdidas irrecuperables.
Pero quienes deberían ir poniendo las barbas en remojo son los dirigentes sindicales de la rama del SMATA ya que inevitablemente esto traería aparejado un régimen de suspensiones ante la imposibilidad de abonar los salarios. Ya han sido afectados los operarios incorporados por razones de estacionalidad.
Ya la semana anterior hubo especial preocupación en el Ministerio de Planificación dela Nación, que monitoreó minuto a minuto lo que ocurría en Mar del Plata y la zona en torno al abastecimiento de combustible y su incidencia en la marcha de la temporada alta turística. No se descartaba que la intención oficial de estatizar YPF, se apoyará también en una falta de provisión normal de los productos en las estaciones de servicio.
Hoy de los15.000 litrospromedio de despacho por estación de servicio sólo se están recibiendo entre 6.000 y12.000 litroslo cual convierte en cero la reserva, se trabaja con niveles históricos, no se cumplen los cupos y tampoco se respeta la mayor demanda temporaria ni el crecimiento del parque automotor.
Pero hay otro perla de todo este conflicto y de la gravedad del mismo. En las estaciones YPG no permiten colocar el clásico cartel de “no hay nafta” y obligan a mantener a los empleados comunicándoles a los automovilistas esa situación, ya que existe la “so pena” de la quita de la concesión directamente, en esta lucha que se libra desde las máximas instancias del poder y la petrolera sobre la cual el Poder Ejecutivo Nacional ha apuntado todos sus cañones.