La dirección de Tránsito, la dirección provincial de Política y Seguridad Vial y la Agencia Nacional de Seguridad Vial labraron 4.757 infracciones en esta primera quincena de enero cuando en igual período de 2011 habían infraccionado a 2812 automovilistas. En tanto que realizaron 1471 controles de alcoholemia y detectaron 121 punitivos (o sea un 8,77%) mientras que el año pasado realizaron 1143 controles con 162 punitivos (14,17%), lo que representa una reducción de casi 6 puntos.
Los procedimientos se realizan en el marco del programa de Seguridad Vial de la secretaría de Gobierno cuyo objetivo es que se respeten las normas, evitar excesos, reducir los siniestros viales y preservar la salud y la vida de quienes conducen y de los peatones.
Los controles los realiza la dirección de Tránsito de la subsecretaría de Control, la Agencia Nacional de Seguridad Vial dependiente del ministerio del Interior de la nación y Dirección de Política y Seguridad Vial de la provincia de Buenos Aires.
En total, en los primeros quince días del año labraron 4757 actas de infracción y secuestraron 269 vehículos y 18 motos.
Los principales motivos de las faltas fueron: estacionar en lugar prohibido, estacionar en doble fila, cruzar con semáforo en rojo, estacionar en paradas de colectivos, estacionar en ochavas, en lugares reservados, estacionar en senda peatonal, alcoholemia, estacionar en 45 grados, falta de licencia, estacionar en entrada de garaje, estacionar sobre la vereda, falta de casco, y falta de cédula verde.
Por su parte, los controles de alcoholemia se realizan en cercanías de los corredores nocturnos en horas de la madrugada. Se practicaron 1471 test y se detectó a 121 (8,77%) conductores con un nivel mayor de alcohol en sangre al permitido que es de 0,5 miligramos.
Y en lo que hace a las infracciones en general, en la primera quincena de enero del año pasado se habían labrado 2812 actas de infracción con lo cual este año hubo 1945 actas más en el mismo período.
El municipio, la nación y la provincia trabajan en conjunto durante todo el año para mejorar las condiciones de la seguridad vial. No sólo con operativos de control si no con programas de concientización y educación vial.
En ese sentido, se desarrolló el programa Guardianes del Tránsito en el cual trabajaron los alumnos de todas las escuelas de la ciudad; talleres de seguridad vial en las sociedades de fomento donde además a aquellos vecinos que acreditaban tener una moto se les regalaba un casco para que tenga como protegerse y el programa La Doble Fila nos Perjudica a Todos, entre otros.