En la administración pública, la Ley Orgánica de las Municipalidades, indica que no existe la continuidad automática en los cargos políticos, cuya caducidad operó (en este caso) el 10 de diciembre. Sin nuevos nombramientos, se producen acefalías, no se pueden tramitar expedientes y tampoco no pueden cobrar, quienes han seguido desempeñándose en sus cargos como si se tratara de una empresa privada.
Algo de todo esto está ocurriendo con funcionarios en los que Pulti, ha confiado su continuidad para este nuevo mandato. No se han producido los nuevos nombramientos en la administración central y en los delegados municipales que continúan en sus cargos.
Por lo tanto no pueden firmar documentación pública inherente a su función y tampoco cobrar sus haberes. Tal vez un caso de imprevisión o tal vez que en diciembre sólo trabajaron el 50 % del último mes del año.