Sus declaraciones en el expediente fueron tomadas por el fiscal de Miramar, Rodolfo Moure, como cuatro de las 27 pruebas e indicios que enumeró en el pedido de detención de Ramón, al que tuvo acceso Télam.
Perroni declaró que Ramón “se mostraba muy interesado por los pormenores del hecho y en averiguar si en un principio teníamos sospechas fundadas sobre quién había sido el autor, o sea si sospechábamos de alguien”.
El comisario mayor contó que le pareció extraño un episodio en el que mientras se encontraba en la puerta de la Sub DDI Miramar junto a su jefe, el superintendente Castronuovo, Ramón llegó y frenó en forma abrupta en un Fiat Palio azul del cual descendió corriendo hacia ellos y dejó la puerta abierta.
El jefe de la DDI Mar del Plata dijo que, al encararlos, el joven estudiante de derecho les “consultó si iba a salir alguna detención y que si así era, le avisemos aunque sea cinco minutos antes”.
Perroni también declaró que el día en que Ramón fue convocado nuevamente a la Sub DDI para que le tomaran un nuevo juego de fichas dactilares, lo notó “muy nervioso” y le manifestó que “le parecía raro su convocatoria”.
El jefe policial agregó que en aquella oportunidad, Ramón pidió hablar con él a solas y le dijo: “Decime qué pasa, yo no soy ningún pelotudo. Algo está pasando”.
También mencionó Perroni que en una de las entrevistas, la conversación guiada por el mismo Ramón, “se encamino hacia el lado de la madre de la víctima siendo que hacía referencias a que toda la familia sospechaba de la misma como autora del hecho”.
Sobre este mismo punto declaró el subcomisario Alvarez, al asegurar que en una oportunidad en la que entrevistaban en su oficina de la Sub DDI a la hermana de la víctima y novia del imputado, Rocío Bustamante, Ramón se sentó detrás de ella y le hizo señas a ellos para que la interrogaran sobre “los temas orientados hacia la madre de la víctima”.
El jefe de la Sub DDI Miramar también afirmó que le daba la impresión de que cada vez que Rocío iba a la dependencia a interiorizarse de la causa lo hacía en compañía de su novio y que parecía ser Ramón el verdadero interesado.
En el mismo sentido, el fiscal menciona en su pedido de detención la declaración del comisario inspector Banga, de la DDI Dolores, quien recordó que una vez recibió a la pareja y Ramón le preguntó “si había alguna novedad en la causa y si sabía algo de los autores”.
En el caso del comisario general Castronuovo, para demostrar el acoso de parte de Ramón, aportó a la causa un mensaje de texto que el propio imputado le envió a su teléfono celular en el que el estudiante de Derecho le decía: “Mañana voy a trabajar en la parrilla no tengo señal, haci (sic) que cualquier cosa me ubican ahí. Perdón si me pongo denso”.