Los turistas que se movilicen hacia la costa atlántica, por vía automovilística padecerán la falta de combustible. En estos días ya se registraron inconvenientes en varias estaciones de servicio de la ciudad, de acuerdo al tipo y la calidad de los mismos. Los cupos se han comenzado a achicar, en momentos en los que crece la demanda, las estaciones se quedan sin mercadería y se terminan vendiendo aquellos combustibles, que por su octanaje valen más caros.
Pero el mayor problema se suscitará en relación al gas oil premium, que será destinado en su mayor volumen hacia Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y otras zonas de la pampa húmeda bonaerense, donde se producirá la cosecha de oleaginosas, especialmente la soja. Esta circunstancia será vital para el tesoro nacional, debido al ingreso de divisas para el país que se producen por las retenciones al agro. En este caso se garantizará el abastecimiento de gas oil a las zonas rurales, postergando las necesidades del turismo, en especial la costa atlántica.
Las puntas de esta problemática en lugar de unirse se alejan, hay más demanda por mayor cantidad de vehículos, cosechas de cereales y oleaginosas, pero por otro lado cae la exploración de nuevos pozos por dos razones fundamentales: los costos de la inversión no pueden ser recuperados por la falta de rentabilidad, y otro dato no menor, es que las empresas tienen profundas sospechas sobre la seguridad jurídica que les asiste, en las actuales circunstancias políticas, prefieren no correr riesgo y cerrar las posibilidades de invertir en proyectos que llevan alrededor de cinco años, entre exploración, perforación extracción y refinamiento.
Este complejo panorama será esclarecido en los próximos días por Rosario Sica, la presidenta de la Federación Nacional de Expendedores de Combustibles.