El manejo de la política económica, en consonancia con los países de la región, permite hacer frente a las amenazas derivadas de la crisis internacional desde una postura de autonomía, defensa del trabajo nacional y continuidad del crecimiento con sustentabilidad social. El empresariado en general, y en particular el pequeño y mediano, de la ciudad y del campo, ha coincidido en esta evaluación positiva.
En este marco APYME reafirma su papel gremial y político, que ha sido históricamente el de expresar las demandas del sector en función de la construcción de una sociedad más justa, impulsando la presencia activa del sujeto social Pyme, para que sea no sólo escuchado sino además reconocido y contenido en la toma de decisiones por parte del Estado.
Es importante recalcar que se produjeron avances en este sentido, en gran parte expresados en las políticas del Ministerio de Industria y la secretaría Pyme, que junto con las medidas de sostenimiento del mercado interno dieron un importante impulso a muchas micro, pequeñas y medianas empresas, aunque con distintos resultados según la actividad.
Sin embargo, a pesar de estas mejoras, todavía existen grados importantes de apropiación de la renta nacional por parte de los sectores concentrados, lo que amerita la necesidad de cambios más incisivos en el modelo de acumulación, a fin de que la generación de riqueza que evidentemente existe se reparta equitativamente.
Confiamos que en esta nueva etapa de gobierno se refuerce la política de regulación de la economía para impedir que por la vía del aumento indiscriminado de precios los grandes grupos se apropien fácilmente de parte importante de los ingentes recursos destinados a mejorar la situación de las franjas más desprotegidas de la población, entre ellas las Mipymes.
Con el rechazo de esta apropiación ilegítima de la renta se lograría bajar los índices inflacionarios, mejorar la sustentabilidad y competitividad de las Mipymes y avanzar en la disminución de los índices de pobreza y de informalidad, que todavía son significativos.
Al tener en cuenta estas observaciones, APYME impulsa una agenda de debate sobre los cambios estructurales necesarios para afianzar el camino iniciado.
En tal sentido, la entidad propone algunos ejes que considera fundamentales:
• Reemplazar la legislación financiera impuesta por la dictadura por una ley que democratice el crédito y lo oriente en mayor medida hacia la producción y las Pymes, como se expresa en el proyecto de Ley de Servicios Financieros para el Desarrollo Económico y Social.
• Dar un marco legal adecuado a las políticas sectoriales. En el seno de APYME se ha elaborado un anteproyecto de ley de Fomento a las Mipymes.
• Discutir e impulsar una eficaz regulación de las grandes superficies comerciales en todo el país.
• Incorporar en las instancias de planificación objetivos de una mayor diversificación de la matriz productiva, con acento en rubros sensibles.
• Incorporar al debate sobre el proyecto nacional los temas de propiedad de los recursos naturales estratégicos, la soberanía energética y la defensa del medioambiente.
• Adoptar un esquema tributario progresivo y diferenciado, que corrija la persistente inequidad distributiva.
APYME sostiene que el problema neurálgico para poder realizar estas modificaciones sobre la base de los avances logrados hacia un programa de desarrollo a largo plazo, es la construcción de un bloque social que dé unidad y perspectiva a los intereses de los segmentos mayoritarios de la población.
Con estas convicciones, reitera su satisfacción por el pronunciamiento popular que consolida el respaldo al rumbo sociopolítico actual y afirma la posibilidad de encarar entre todos las reformas democráticas pendientes.
CARLOS OVIEDO
PRESIDENTE
JORGE DELACROIX
TESORERO
Mar del Plata, 23 octubre de 2011