Opinión

A 30 años del fallecimiento de Ricardo Balbín

Ricardo Balbín nació en Buenos Aires el 29 de julio de 1904.

En 1930 cuando por primera vez un golpe de Estado quiebra el orden constitucional en la Argentina, es elegido presidente del Comité de la UCR de La Plata. A partir de allí, toda su vida estará signada por sus esfuerzos en pos de la unidad nacional y la defensa de la democracia y también por la persecución y la cárcel.

Cuando en 1940 es electo por segunda vez diputado provincial, coherente con sus principios éticos, renunció a su banca debido a que los comicios habían sido escandalosamente fraudulentos.

En pleno auge del Peronismo, sectores de la U.C.R. comenzaron a impulsar una coalición electoral con otras fuerzas políticas. Balbín se opuso y trabajó activamente para nuclear a los sectores radicales intransigentes  y funda junto a  dirigentes como Frondizi, Lebensohn, Larralde, y otros el Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR), con bases absolutamente progresistas. Sus propuestas centrales se basaron en otorgarle al estado un rol protagónico en el desarrollo nacional. Planteaba la reforma agraria, la nacionalización de las fuentes de energía y los servicios públicos y la reforma financiera. Proponía un seguro social obligatorio y una legislación protectora de los trabajadores. Reconocía el derecho de huelga y promovía la ampliación del sistema educativo. En el plano internacional sostenía el principio yrigoyenista de la libre determinación de los pueblos.

Por su postura opositora al gobierno de Perón fue procesado por desacato, encarcelado y posteriormente indultado, medida rechazada por Balbín quien solicita que lo sentencien.

Fue  candidato a Presidente en cuatro oportunidades y durante el gobierno de Illia,  cumplió un importante rol consultivo mientras presidía la U.C.R.

Hacia 1970, Ricardo Balbín impulsa la creación de la Hora del Pueblo, donde se integran los partidos políticos mayoritarios en reclamo de la vuelta a la legalidad constitucional.

Cuando fallece el Gral. Juan Domingo Perón realiza el más sentido y simbólico homenaje dejando para la historia, la frase “este viejo adversario hoy despide a un amigo”.

A principios de 1976 se realizaron varias reuniones multipartidarias para intentar evitar el golpe militar. A mediados de marzo Balbín se dirigió al país por televisión llamando a la unidad nacional y a apoyar la legalidad. Dijo “Si se espera la ruina, en la ruina encontrarán una bandera. No se realizará el país sino sobre la base de la unión de los argentinos…”.

Durante los años duros de la dictadura militar, Balbín procuró por todos los medios mantener unido al radicalismo.

Finalmente, tras varias complicaciones cardíacas, su vida se agotó el 9 de setiembre de 1981, a los 77 años. Su sepelio fue quizá el primer acto de oposición masivo al régimen militar imperante que reclamaba, igual que lo había hecho Balbín, el retorno a la democracia.

En tiempos marcados por el quiebre institucional y el desencuentro, Ricardo Balbín marcó el camino de la búsqueda de consensos entre las fuerzas políticas populares y democráticas de la Argentina. Su figura, su modelo de conducta, su compromiso con una causa, siguen siendo hoy un gran ejemplo.

                                                                        por Cristina Coria

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