Durante varios años fueron la burla. Pero a fuerza de convicción y persistencia, si bien no se convirtieron en los nuevos Ramones -ni tampoco tienen por qué-, los Airbag fueron mejorando en su sonido, sus letras y su propuesta. Siguen siendo el grupo rockero adolescente, pero trocaron la actitud de desfachatada juvenil por la de banda con presencia. Otro tipo de actitud que se puede apreciar en su último disco Una hora a Tokio.
Editado en 2008 en los estudios El Santito de Buenos Aires, el disco los mostró más maduros y más seguros en esa combinación algo despreocupada de rock and roll y baladas de amor. Ahora lograron algo que todos anhelan: ser respetados por la escena mayor. Con este nuevo rótulo, la banda de Patricio, Guido y Gastón se presentará este domingo a las 19 en Abbey road -Juan B. Justo 620-.
Atrás quedaron entonces los primeros intentos de hacer covers de los Beatles y, luego, los primeros pasos de Airbag, que en plena etapa de la reformulación tennager de los géneros vía MTV -por ejemplo el punk de Avril Lavigne- vino a implantar en la Argentina una esencia adolescente al rock and roll tradicional.
Este domingo se presentarán junto a Configurama, una agrupación marplatense que viene forjando también una presencia a partir de un trabajo importante sobre la imagen y un sonido que se impone en el presente de un pop sintético y autoconsciente. Un doble programa que, disculpen la obviedad, huele a espíritu adolescente.