Personal de Inspección General de la Municipalidad clausuró una planta procesadora de pescado ubicada en Bermejo al 700 en nuestra ciudad. Motivó tal decisión la falta de habilitación y la ausencia de condiciones mínimas de seguridad laboral.
El Director General de Inspección General, Eduardo Bruzzeta, explicó que comprobaron que el local no estaba habilitado. Se encontraron 110 cajones de pescado (aproximadamente 2400 kilos), de los cuales 1800 estaban sin elaborar. Dicha materia prima, quedó secuestrada e intervenida.
El Secretario de Gobierno, Ariel Ciano quien estuvo en el lugar, se refirió al operativo: “En el marco de esta política del municipio, que es –precisamente- cuidar la salud de los vecinos, en este caso una planta procesadora clandestina. Se procedió a su clausura y se puso en conocimiento al Juez de Faltas. La mercadería, por el momento, está interdicta y hay que ver qué resuelve el juez. Las condiciones de la materia prima y de trabajo nos llamó mucho la atención.”
El funcionario agregó que este tipo de controles “es una forma de proteger a toda la comunidad que consume esta mercadería y también a los propios trabajadores, que lo hacían en condiciones que estaban lejos de ser las óptimas.”
Ciano informó que la detección de lugares que no cumplen con las normas se da muchas veces “por el trabajo del municipio y –en algún caso- por denuncias de los vecinos que nos mantienen al tanto. El pescado que se secuestró estaba destinado al consumo humano. Ahora Bromatología deberá determinar si está en condiciones de ser consumido y luego el Juez deberá decidir qué haremos con esta mercadería”, afirmó.
Finalmente, desde Inspección General se aseguró que el predio no guardaba ningún requisito de seguridad, condiciones eléctricas y el estado de sanidad para los trabajadores.