En ese contexto la anunciada “mejor temporada de los últimos años” iba ser difícil de cumplir, pero le sirve a la Nación, Provincia y Municipalidad, para recrear una fiesta e instalar un ánimo de jolgorio, que es pura espuma. Es innegable que el movimiento turístico alcanzó picos notables, pero no se mantuvo, sino que fue pendular, con una carga significativa los fines de semana. En esto coinciden todos los operadores turísticos.
Algunos de los que eligieron pasar carnavales junto al mar, adelantaron para el lunes al regreso. Ello evitó un mayor congestionamiento, en los cuellos de botella de los peajes de Samborombón y el de Hudson, cuya mayor complicación en el tránsito rápido comienza surgir a partir del cruce con la Ruta 63, a la altura de Dolores, que conduce a la Esquina de Crotto y es la puerta de ingreso al Municipio Urbano de la Costa, con balnearios como San Clemente, Santa Teresita, Mar de Ajó y San Bernardo entre otras.
El ritmo constante de 2.500 autos por hora sobre la Autovía en el regreso a Capital Federal y el Gran Buenos Aires, mejoró el tiempo de viaje que en la ida fue de hasta 8 horas de duración de punto a punto. Con un dato importante seis de las horas se consumían entre Hudson y la Ruta 63, luego el resto, 200 kilómetros, se hacía en dos horas.
Se estimaba que el viaje de regreso tras el éxodo desde la Costa Atlántica, se iba a hacer en seis horas promedio aproximadamente. Ese flujo vehicular se reflejaba durante la tarde y posiblemente se extienda hasta algunas horas de la madrugada.
(1) ¿Tan mala fue la temporada? Digamos, terminó de prepo el 27 de febrero (o el cero de marzo) ¿Cómo miden eso? Yo fui y estaba lleno de gente… (2) La autopista Bs As-La Plata es extremadamente angosta, merece cuatro o cinco carriles por mano. La A2, de Dolores hasta la BsAs-LaPlata al menos tres carriles por mano; aunque abran las barreras en Samborombón, los autos disminuyen mucho la velocidad (como en varios puntos, por ejemplo Villa del Sur) y ello implica que se formen lentas caravanas…