Una frase muy usada y publicitada durante la época del Proceso Militar y básicamente en 1978 cuando se realizó el Campeonato del Mundo de Futbol decía: “Los argentinos somos derechos y humanos”. No solo teníamos que ver esta frase publicada en medios, sino también en infinita cantidad de automotores particulares que la llevaban puesta en sus vidrios traseros.
No era novedad para algunos de nosotros que esa publicidad era una falacia cruel y perversa, porque la realidad nos evidenciaba, a pesar de la ceguera de más del 75% de la población, que en nuestra ciudad había muertos, secuestrados y “desaparecidos” o sea sinónimo de secuestrados.
El tiempo ha pasado y parafraseando a Marx se puede decir “que la historia se da primero como tragedia y luego se repite como parodia”, pero también debemos prestar atención a la idea de Nietzche que expresa que: “con la parodia nace la tragedia”, y pareciera que en la argentina algo de esto está queriendo ocurrir.
Ya se instaló la idea del escrache justo y del escrache injusto, más allá de la facciosidad de la acción del mismo, ahora falta de que en la parodia surja la hipócrita afirmación de que: “los argentinos somos de izquierda y humanos”.
En estas épocas donde parecen querer reflotar épocas pasadas y reivindicar más al Tío que a Perón, aquel buen hombre de una gran fidelidad hacia el General y que le disparaba al despacho de Evita en la Secretaría de Trabajo y Previsión, porque era “vox populi” que cada vez que iba, Evita le hacía abrir la billetera y le pedía plata para darle a algún pobre interlocutor que tenía ante ella, y el Tío tenía fama de buen tipo, pero también de bolsillo con cierre relámpago. Todo esto generaba mucha hilaridad no sólo entre los gorilas, sino también dentro del propio peronismo. Se quiere usar aquel Tío que la noche del “Luche y Vuelve” en la cancha de Chicago nos hizo sufrir hasta que después del discurso de Ortega Peña, Mario Hernández y el Capitán Farmache nos dio el sí al ofrecimiento de su candidatura.
Maoístas de entonces, ex Montoneros, ex Partido Auténtico, FJC, PC y oportunistas venidos del radicalismo, la UCD y otras yerbas pareciera que hoy quieren volver a construir aquella llamada “Juventud Maravillosa” en nombre del Tío y contextualizada en una sociedad de demanda concreta, por lo tanto se los retribuye con cargos, planes y otros beneficios materiales.
Extraña situación la que vivimos donde justamente se juzga excesos de gente que ideológicamente militó en la derecha peronista y que quizás haya razones para que sean juzgados, pero también extraña situación aquella donde no se habla de crímenes de lesa humanidad provenientes de la izquierda o de la derecha aliada al poder, ya sea nacional o internacional.
Tan cierta es esta ambidiestralidad argentina que en 1973 hubo montoneros que recibieron instrucción de Muammar Khadafi en tierras del líder Libio, incluso algún estudiante universitario marplatense de la Facultad de Humanidades contaba con orgullo detalles de dicho viaje y en 1974 el mismísimo líder Libio recibía a López Rega con quien también colaboró, el resto de su historia ya todos la conocemos.
Así manejamos en forma maniquea y en función de defensa de situaciones personales un tema tan delicado como es el de los Derechos Humanos, al punto tal que muchos de sus líderes se han transformado también en líderes políticos partidarios y juegan a dos puntas, cosa impensable en otro lugar del mundo.
Es lógico que el avance del tiempo pueda confundir a los jóvenes, máxime si se les cuenta la historia con el clásico estilo liberal de vencedores y vencidos.
Lo que preocupa es que todavía queda una generación añosa, pero generación al fin, que en la época de “los argentinos somos derechos y humanos”, aún siendo jóvenes ya eran consciente de sus actos y muchos de ellos o tenían un broche en la boca, o se les había cerrado la boca porque tenían el bolsillo derecho abierto, o directamente les importaba un bledo lo que estaba pasando, o lo que es peor eran simpatizantes del Proceso, básicamente del Almirante Massera y resulta que ahora son los adalides de la caza de brujas o los grandes ideólogos del Macartismo de izquierda, vgr: Stalinismo
Estamos entrando en tiempos difíciles, paradójicamente en un momento que América del Sur va montada en una inmensa ola de crecimiento. Es de desear que esta situación quede encasillada más en la teoría marxista que en la filosofía de Nietzche, esperando que los añosos, por rencor, por ventajas, por esconder su pasado o por haber cruzado las aguas del Río Jordán, no arrastren a los jóvenes a una situación que muchos no queremos que se repita para nuestros hijos y nietos.
EL PANOPTICO