Al senador nacional se le complica juntar radicales afiliados (no allegados) a disfrutar de un asado. Las convocatorias se amplían a las peñas de clubes de futbol porteño muy colaborativos los días de interna radicales donde hay que votar por la lista de Abad. Una modalidad que le ha rendido sus frutos como disponer de fiscales que ocupan cargos en universidades, concejos deliberantes y colegios profesionales, un generoso aporte sino hay que recurrir a adelantar resultados parciales como totales y adjudicarse triunfos que no pasan la justicia, sino está adornada o previamente arreglada políticamente, para adjudicarse internas como arrebatado en modo piraña, de lo cual se sospecha.
Y que no le salte la chispa con otro en caída libre: Su único socio político según el propio bloque del intendente Montenegro, que entró en una fisura obvia adentrándose en LLA a costa de flagelar la memoria del doctor Raúl Ricardo Alfonsín.
De esos que se nutre el activismo político de Maximiliano Abad da cuenta la Agencia Nova con el título: “Radicales en llamas: un asado que generó chispazos divide a la UCR bonaerense”, y dice textualmente lo siguiente:
“Días atrás el Comité Central del radicalismo bonaerense tuvo una reunión secreta entre los popes de la lista que encabezó el nuevo jefe del radicalismo provincial, Miguel Fernández, con un grupo de intendentes, legisladores y dirigentes sin tierra que buscó marcar el rumbo de lo que viene.
Sin embargo, la cosa no terminó del todo bien y la discusión empezó a tomar calor, al borde de los sillazos. El puntapié de la discusión pasó por la estrategia que marcará el oficialismo en las próximas horas, cuando Alejo Ramos Padilla oficialice el triunfo de la lista que apadrinó Maximiliano Abad.
Sin embargo, las diferencias se marcaron a rajatabla y la nueva conducción partidaria busca diferenciarse rápidamente de las autoridades que dejan la cúpula partidaria.
“Llegamos a una elección fallida por todo lo mal que se hizo”, reprochó uno de los dirigentes sin tierra en la reunión, apuntando su enojo a Abad y agregó “menos mal que enfrente estaba Lousteau, que no lo quiere nadie”.
Martín Lousteau parece ser la única persona capaz de unir al radicalismo, pero todos contra él. La irrupción de personas en las oficinas de la UCR Nacional, rompiendo documentación durante el fin de semana, generaron todo tipo de suspicacias en lo que será el cambio de comando del partido en los próximos meses.
En territorio bonaerense, Fernández no asumió y ya tuvo su primera derrota. El objetivo de unir los bloques legislativos está en la lista de los imposibles. “Acá el que impide la unidad del radicalismo es Lousteau. A él no le conviene”, dicen desde el oficialismo radical, aunque advierte, “es muy difícil que se unan los bloques”.
Hasta la previa de la elección legislativa, el radicalismo confirmará sus dos bloques y negociará con el oficialismo de manera dispar. Por un lado, los intendentes prometen acuerdos legislativos que no pueden sostener a cambio de recursos para sus distritos. Por otro, los legisladores están pendientes de la renovación de sus bancas en un escenario de extrema polarización entre los libertarios y el peronismo.
Lo concreto es que el Foro de Intendentes radicales comenzó a perder peso específico y, por más que desde el Gobierno lo validen como un canal de diálogo, no avanza en medidas claras que se materialicen en la Legislatura”.
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