Números musicales, caracterizaciones, monólogos, canciones en vivo, sketches, ilusionismo y cuadros de revista. Parece más de lo mismo. Pero no lo es. Los géneros teatrales, como en este caso el varieté o el music hall, transitan elementos comunes pero la diferencia en los resultados se nota en el trabajo y el profesionalismo con el que se llevan adelante. De eso sabe Marcelo Correa, actor y director de Exótica – Gala show, que se ha presentado toda la temporada de jueves a domingos a las 23 en el Multiespacio 5 Sentidos (Luro 2237).
En diálogo con Mdphoy, Correa destaca precisamente “la falta de compromiso de algunos artistas con el proyecto que están encarando en grupo o en equipo”. Esto, en referencia a mucho de lo que se ve en la cartelera de verano: gente que aprovecha una rápida fama y monta algo ligero para un público de vacaciones. Pero en Exótica, con experiencia en la cartelera marplatense, hay mucho trabajo con múltiples cambios de vestuario y una preparación exigente. Así lucen sobre el escenario Nahuel Cetra, Lola Hunkeler, Nacho Iribarne, Ariel Maida, Dorian Petersen y Cris Vilems, y el mismo Correa.
El director está conforme con la temporada que les ha tocado. “Ha sido para nosotros excelente desde el punto de vista artístico, es decir muy satisfechos con el producto teatral logrado y la opinión tanto de la crítica como del público”, asegura. Cuando quedan pocas funciones para que termine la temporada, resalta el hecho de haber sido reconocidos en diversas premiaciones, lo que “nos llena de orgullo y nos motiva a seguir creciendo y progresando en nuestro oficio de artistas”. Igualmente, se filtra cierta resignación por la merma de público provocada por los espectáculos gratuitos organizados en Las Toscas.
-¿Cómo ven a el espectáculo que han presentado este año en relación con otros que han hecho anteriormente?
El año pasado presentamos un espectáculo cuyo eje musical era la lírica, con lo cual era realmente novedoso y una osadía combinarla con el humor y las plumas. Este año particularmente el eje musical es el pop, la música disco, la música de los 80′, por lo tanto fue más fácil la combinación aunque llamativa a la vez. Le imprimimos una dinámica que enganchó mucho a la gente. Siempre conservando la sorpresa, lo no previsible, lo novedoso y un gran concepto estético durante todo el show.
-¿No cree que el género del varieté o music hall está un poco “maltratado” por algunos que se acercan a él sin fundamentos?
Sí, desde ya hay mucha improvisación en el género y un gran manoseo por parte de artistas que no se forman o no sostienen una disciplina de trabajo. Igualmente creo que pasa no sólo en el varieté sino en el teatro en general, porque lo notamos también en cooperativas que se dedican al género de los grandes clásicos o a la comedia musical.
-Ya que la propuesta en el género es bastante amplia, ¿cuál es el plus que ofrecen ustedes y qué los distingue de otras?
El plus está dado por el concepto estético que desarrollamos en los más de 100 cambios de vestuario que tiene el espectáculo, que implican un desfile permanente de diseño y glamour durante todos y cada uno de los cuadros. Tratamos de cuidar hasta el más mínimo detalle para que no se nos escape nada y el espectador se quede gratamente sorprendido en una galería cromática de trajes y accesorios que lo conmuevan, y a su vez lo diviertan. Además, tratamos de corrernos de lo habitual en este tipo de espectáculos y sumar números novedosos como Vorágine que presenta doce cambios de vestuario en tan sólo dos minutos, o un homenaje en vivo a Mar del Plata con proyecciones gigantes de la ciudad desde los años 30′, un tenor cantando en vivo Ti voglio bene y los bailarines en un esquema performático a flor de piel simultáneamente.
-En alguna época el espectáculo de transformismo tenía una mirada política, era casi de resistencia. ¿Hoy, que ya no parece ser tan trasgresor, qué lugar ocupa?
El lugar del humor. Tiene una mirada de gran comicidad y es un instrumento del que se vale el actor para despertar la sonrisa en el público. El público hoy encuentra en el transformista al artista que alguna vez interpretaron Pacheco, Batato o Peña en las grandes tablas de nuestro teatro de vanguardia.
Un espectáculo de estas dimensiones, que movilice a muchos artistas, obviamente luego de una extensa temporada necesitará de un merecido descanso. Por eso, Correa cuenta que cuando el verano finalice se vendrá “un merecido descanso de un par de meses. Sin embargo, luego volverán al ruedo con una “pequeña gira interurbana por el gran Buenos Aires” y por diferentes puntos del interior del país. En vacaciones de invierno, no obstante, se instalarán en Capital Federal. “Aunque siempre todo está por decidirse y verse a esta altura de las circunstancias”, confía el director.
-¿Cuánto vale la experiencia de otras temporadas a la hora de encarar un verano en la ciudad?
La experiencia de otras temporadas siempre es un aprendizaje valioso tanto para el artista como para el director, porque vas analizando lo que le gusta a la gente, cuál es el tipo de humor que quiere y cómo quieren que se los trate en un espectáculo. Por ejemplo, nos dimos cuenta que cuidando el vocabulario como lo cuidamos en Exótica y con menos participación de público en los sketches la gente se siente menos expuesta y más cómoda en la sala
-¿Y cómo los ha tratado esta temporada en Mar del Plata?
Hablando del borderaux o taquilla específicamente el año pasado tuvo un comportamiento progresivo creciente. En cambio este año fue como un electroencefalograma con picos y bajas considerables debido a la presencia de recitales populares muy masivos gratuitos a cuadras de nuestro teatro. Pasamos de sala llena a casi vacía con diferencia de pocas horas y sin ninguna otra explicación que la gente en el playón de Las Toscas presenciando uno de estos eventos. Es inevitable cuando las figuras convocadas para estos eventos son tan prestigiosas y populares.