Tic, tac, tic, tac … el propio intendente municipal expresó que ·no le sacará el culo a la jeringa y que no quería ser el último plomero de Titanic”. Quizás nunca lo entendieron. Ha llegado la hora, pasen y vean.
En la cuenta regresiva de su último mandato gasta a cuenta de otros. El intendente Montenegro que registra la mayor desinversión urbana que haya sufrido Mar del Plata, con desesperación busca el hueco para infiltrarse en el team de LLA.
Confusión y desorientación en la política de luces bajas que reina en la ciudad. Sin referentes claros, con el intendente haciendo las valijas, el panorama de un rumbo incierto domina el escenario para nada deslumbrante. La comodidad de una mayoría propia abre un concierto de arreglos que se refleja en el deterioro que sufre la ciudad.
Bajo estos parámetros nada tranquilizadores y con la salida del sol de la temporada alta, no hay margen para el optimismo. Un año electoral que se avecina muy problemático rebotará en las playas con señales complicadas en la economía y en la situación social. No será un verano tranquilo, y fundamentalmente corto, muy corto para las expectativas que genera por el derrame que provoca.
No cierra sin la Mar del Plata de los 12 meses, nos faltan 11. Ahí vamos, para eso vinimos.
Montenegro llamando a Galperín a invertir en General Pueyrredon suena a quijotesco, Mar del Plata es convocante desde su cartel, pero no es competitiva. Una gestión haragana, que se mueve en el extremo de la confrontación con Kicillof, para salvar la ropa y ocultar su inoperancia y ineficiencia. Esa es la línea política que ha dado réditos y comodidad a la casta local que existe.
Hoy no nos perdemos en un bache porque rige una sobretasa a la carga de combustible, que disfraza una realidad apabullante. Tampoco hay seguridad lo que resta atractivos, una vez más el sector privado intentará ser competente con el bolsillo de los turistas, que decidan pasar unos días con pizza, peatonal y playa, las clásicas “3 P” como en los peores años.
No está asegurada la tranquilidad con respecto a la provisión de energía eléctrica y ya se han emitido los anuncios de restricción con el uso del agua, a los cuales no debe desvincularse de cortes de energía para extraer, bombear y distribuir el agua potable y mantener en operaciones a las plantas cloacales.
Apud, Aranguren e Iguacel observando su intervención oportunista rápidamente lo mandaron a boxes en términos inusuales recomendándole que tendría que ser “ser más cuidadoso con lo que dice”, “lamento que hable de un tema que desconoce”, “Montenegro no puede hablar más del tema porque lo tiene a Iguacel pisándole la cabeza como El candidato a presidir YPF en el caso que Patricia gane las elecciones”.
Las referencias de máximos exponentes en materia de explotación de energía del PRO, oportunamente se ocuparon que el intendente mantenga la boca cerrada en relación a la explotación petrolera marítima con base en Mar del Plata. Montenegro se había pronunciado en rechazo a esa posibilidad y hasta intentó judicializar el tema para impedirlo.
Los vientos políticos cambian de dirección y hay que apelar a la onda de la continuidad. No escapó Galperín a los radares del intendente, que se ha sostenido en torno a la confrontación con el kirchnerismo. Un argumento que como único activo alcanzó para ganar en Mar del Plata: “Vengan a invertir lo que quieran”, soltó. Y le inventamos una torre de 35 pisos con vista al mar. Se consuma un rumbo de manera explícita.
El marketing lo ha explotado acompañado de una retórica, que sin embargo exhibe a la administración municipal sobreexplotando tasas por servicios municipales que no presta. Inserta una inflación doméstica que hace sólo 48 horas dejó serias consecuencias por un temporal de viento y lluvia.
Cayeron árboles, columnas de alumbrado, cortes de líneas eléctricas por falta de mantenimiento de arbolado urbano y en los barrios adyacentes calles intransitables e inundadas. Crecen las zonas que ya no accederán a los servicios públicos municipales por lo menos durante esta gestión.
Una gran parte de este proceso ha sido conducido desde el EMSUR cuya administración no escapó al colapso de la recolección y tratamiento del predio de disposición final de residuos. Una misma caja del mismo grupo económico.
El mismo funcionario, ahora en el EMDER y antes en el EMSUR, es quien ahora promete que lo que iba a ser una de las nuevas casa de la selección argentina, se convertirá en otra modalidad de prestación. Le cambian el collar al burro. Están buscando clientes. Es la misma lógica del clima de negocios con la mesa de los acuerdos armada en el HCD.
Y así lo invitan a Galperín, no lo hacen desde la eficiencia, desde la creatividad y desde la austeridad como lo hizo el intendente en una arenga para desempolvar la burocracia que atesta desde su acceso a Yrigoyen 1627. Hay una llamativa avidez de fondos, como que al incendio que está por venir sólo le falta la chispa que lo inicie.
El PRO, la UCR, la CC y ahora LLA han acomodado sus porotos para legislar. Son arreglos políticos protegidos por una descomunal protección mediática que cubre los aspectos que cobrarán vigencia por el desorden y la precariedad que exhibe la ciudad.
El tratamiento de la administración de Punta Mogotes es para venderla, es una joya de la abuela, como el Estadio Mundialista al borde mismo de su funcionamiento. Es para vender todo y recaudar, no debiendo escindirse a OSSE en el paquete, porque ya hay interesados. Estamos de remate.