El superlativo interés que han despertado estas internas en sectores cercanos al senador nacional Maximiliano Abad obedece a una simple razón y es la necesidad de entregar “llave en mano” al gobierno libertario un radicalismo totalmente bajo control de la Casa Rosada, con el gerenciamiento de la ex dirigente del Pro y ex aliada en las elecciones del 2023, Patricia Bullrich.
Sonó muy fuerte en las calles y en los pasillos partidarios la versión de que la “Pato” se ha mostrado muy interesada en dar una mano a Abad en la interna en distritos que consideran “rebeldes” a una posición favorable al ajuste y a la motosierra.
La ministra, dijeron voceros muy bien informados, piensa en acercar para el lado libertario al radicalismo para plasmar una superalianza en territorio bonaerense junto con La Libertad Avanza y el Pro. De este modo podrían dar “la madre de todas las batallas” al kirchnerismo y quitarle la última gran caja de recursos y usina de desarrollo político en la provincia.
A cambio de recibir apoyo en la interna en ciudades como La Plata, Abad negociaría reelecciones para su gente, la de su entorno más fiel e incluso desplazando, si es posible, a sus aliados de cercanía como legisladores alineados con el ex vicegobernador Daniel Salvador. La idea es fortalecer el poder para Abad puertas adentro del radicalismo y fortalecer a Bullrich quien, si triunfa en este cometido, podría alejar aún más a Macri de las delicias del poder. De eso se habla y muy fuerte en algunos comités.
En este contexto, La Plata u octava sección aparece con un valor agregado simbólico muy importante porque es el bastión fuerte que tiene la protección e influencia de dirigentes de mucha repercusión como el senador nacional, Martín Lousteau, o el histórico dirigente y ex diputado nacional, Federico Storani.
Una derrota de estos en la capital provincial sería una fuerte herida al modelo más cercano al alfonsinismo histórico, aquél que Javier Milei siempre quiso desterrar desde hace un tiempo.
Treinta mil razones para un voto
A medida que se consume el tiempo de descuento hacia el día de los comicios, creció la preocupación por el enorme despliegue que realizaron desde la lista cercana al ex concejal Fernando Gando, lugarteniente de Maximiliano Abad en La Plata, para derrocar al actual presidente, Pablo Nicoletti.
Con la cobertura y contención, por demás generosa, del asesor legislativo “Keto” Villalba se orquestó una llegada tipo desembarco en Normandía en las secciones permeables a un sistema prebendario como las alejadas del casco urbano. El dato de la prebenda o gesto de atención hacia afiliados no es nuevo en el radicalismo y data de hace décadas en un partido que siempre criticó en las tribunas el populismo o la demagogia.
No obstante, sí es nuevo el dato de la enorme inversión que la sociedad de Gando, Abad y Bullrich estarían haciendo para ganar sí o sí esta interna, dado que después vendrían cargos de varios ceros a la derecha para un selecto puñado de dirigentes después del 6 de octubre.
En este sentido, se dejó escuchar varias esquinas céntricas y semicéntricas de La Plata versiones y comentarios de todo tipo. Algunos tienen mayor credibilidad que otros, respecto de un presunto ofrecimiento de 30 mil pesos y bolsón de comida para quienes tengan la amabilidad de concurrir a las urnas para apoyar a la lista de Fernando Gando y Bárbara Drake.
El soporte de financiamiento para este esquema logístico de persuasión hacia afiliados, en zonas periféricas y socialmente vulnerables, estaría dado por algunas “vaquitas” provenientes de sueldos de militantes, funcionarios históricos cercanos y algún otro origen que resulta más difícil de explicar que una materia de la carrera de astronomía o ingeniería electrónica.
No obstante, muchos señalan que el tema de las famosas “vaquitas”, si bien pueden ser ciertas, encubren la explicación más completa. Esta explicación tendría que ver con las versiones que dan cuenta de la intervención de “Pato” Bullrich, quien comandó y supervisó el despliegue de sus militantes para colaborar con Abad en esta nueva batalla política que los vuelve a poner juntos.
Al mejor estilo del marketing de las compañías de servicios más reconocidas, explotaron los teléfonos y celulares de afiliados con esta nueva modalidad de “atención al cliente”. Con llamados que hacen generosos ofrecimientos y obtienen el compromiso de muchos afiliados de asistir a las urnas y apoyar a Maxi y a Gando.
Estas versiones abundan en las secciones de la periferia como la quinta (Los Hornos y Villa Elvira) sexta (norte platense) y séptima (Abasto, Romero y San Carlos).
De esta manera, con un populismo en versión “tres punto cero”, arremeten desde el sector más cercano a Abad para destruir el arsenal y uno de los más importantes centros operativos que le queda al sector más histórico y alfonsinista.
Este sector histórico se basará en la llegada y persuasión hacia los afiliados con mayor antigüedad en el partido y que harán, en algunas ocasiones, su ofrenda a la continuidad de un modelo de partido que quiere estar en la oposición al ajuste de Javier Milei.
La interna radical, como no podía ser de otra manera, combina debates ideológicos, metodológicos y también la modalidad prebendaria para satisfacción de las necesidades más domésticas y terrenales. Por tal motivo, se trata de una elección interna que puede significar una importante bisagra para la historia partidaria. Porque nuevamente coloca a la UCR en una suerte de elemento importante en la balanza de cara a las próximas elecciones del 2025. (www.REALPOLITIK.com.ar)