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Su inauguración está prevista para el 8 de diciembre. El anuncio de la llegada del monumental supermercado COTO chocaría con problemas de infraestructura de distintas índole, según la jurisdicción sería otra rambla del Provincial, otra Punta Mogotes u otra Jorge Newbery, etc, donde la gobernación no permite ni la instalación de un semáforo que pagan los vecinos de barrios privados, ubicados en el trayecto entre Mario Bravo y la calle 515.
Esta confrontación ya es un clásico, de manual de la política pero los límites suelen llegar a los extremos, y dejan de ser elásticos. COTO se halla en pleno proceso de selección de personal y levanta su imponente edificio que tiene las dimensiones de un gran estadio de futbol, no precisamente como la cancha de Deportivo Riestra.
La jurisdicción de la avenida Jorge Newbery pertenece a la provincia y el colosal supermercado dejaría todo listo, con llave en mano, pero no procedería a la apertura por la falta de gas natural. Los deberes lo hicieron tanto Camuzzi como el ENARGAS pero hay un tramo de obra que no permite llegar el gas natural a la zona donde está emplazado COTO en las adyacencias de importante barrios privados y muy cercano a la ruta inter balnearia 11.
Mientras se analizan detalle del avance del ritmo de obra, dan por cerrado que ya los tiempos no dan. Muy posiblemente se trate de evitar los daños o achicarlos, pero hay coincidencias con otros procesos de similares características.
Los permisos están en orden, aunque no se han librado los correspondientes a la obra de tendido final del ducto, que habilitaría el uso del insumo indispensable para el funcionamiento del supermercado que algunos se animan a arriesgar de que la concurrencia de público equivaldría a un River – Boca por semana. Siendo la jurisdicción provincial todas las miradas apuntan a la morosidad de Kicillof empeñados en el toma y daca político con el intendente de Mar del Plata. (Noticia en desarrollo)
