Mar del Plata está a la deriva. Sin un rumbo claro, la falta de seguridad, el déficit de profesionales en los centros de salud, la acumulación de basura en las calles y el deplorable estado de las mismas son solo algunos de los problemas que afectan a los vecinos diariamente.
En lugar de asumir la responsabilidad, el intendente Montenegro elige siempre la misma estrategia: tratar de inventar una polémica con el gobernador Axel Kicillof, quien está realizando la titánica tarea de mitigar los efectos del Plan de Milei para asfixiar financieramente a la provincia, que no es ni más ni menos que atacar a los 17 millones de bonaerenses. En este año el gobierno nacional, que apoya fervientemente el Intendente Montenegro, adeuda 5.8 billones de pesos en obras, programas y transferencias de recursos coparticipables.
El intendente está cada vez más alejado de los problemas de los vecinos, buscando ganarse la gracia del presidente Milei, y mientras tanto sólo le preocupa generar negocios que beneficiarán a unos pocos empresarios amigos y no mejorar la calidad de vida de los habitantes de Mar del Plata y Batán.
Al igual que el tero, ya todos conocemos lo que está haciendo.
Le pedimos que asuma su responsabilidad y se ponga a trabajar en los verdaderos problemas de la ciudad: la falta de gestión es marcada, y el único responsable es usted, nadie más.