Sin utilización es un ícono de la influencia de Larreta en CABA. Nadie utiliza la existente en Mitre entre Colón y Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos. Lejos de solucionar problemas de circulación es un trastorno del que nadie se hizo cargo y tampoco se han brindado demasiadas explicaciones. Tiene un alto valor simbólico ya que es la única obra de la intendencia de Guillermo Montenegro. En estos momentos del valor boleto urbano en aproximadamente US$ o,75. No es el caso de Ituzaingó y Morón donde se reclaman ciclovías como imprescindibles. No hicieron imágenes para difundir en redes sociales cuando la inauguraron. Es el caso emblemático de la nula planificación y falta de políticas urbanas en todo sentido en General Pueyrredon. Hoy hasta pensarían en venderla frente a la perentoria necesidad de recursos.
Hace unos días, uno de los puntos más tradicionales y transitados de Hurlingham fue el escenario de un particular reclamo: la comunidad ciclista montó una suerte de vallado, con las bicis ruedas hacia arriba, a un costado de la calzada de la avenida Gobernador Vergara, una de las principales arterias de ese distrito.
Con el objetivo de visibilizar la petición que -cuentan- vienen realizando desde hace tiempo, el grupo de vecinos se reunió en las intersección de las calles Gaboto, Debussy, Argerich y Jauretche con la avenida Vergara (en el sitio popularmente conocido como ‘las cinco esquinas’) para pedirle a las autoridades la construcción de ciclovías en ese corredor, que atraviesa transversalmente al Partido.
Unas 30 bicicletas quedaron boca abajo con los asientos y los manubrios apoyados sobre el pavimento pero sin cortar la circulación del tránsito vehicular. Así, el reclamo por la conformación de un carril exclusivo para poder pedalear por el interior o los costados de Vergara sumó un centenar más de adeptos, que se tradujo en firmas para darle forma al proyecto (que también incluye la creación de un velódromo) que los ciclistas buscan hacerle llegar a la esfera política.
“Hicimos 14 movilizaciones. Las últimas tienen el formato de valla ciclista, que se originó en México. Allá tienen bicisendas pintadas sobre el asfalto, pero como los automovilistas no las respetan cada tanto ponen las bicis así como manifestación. Nos pareció que servía para visibilizar por dónde pasaríamos. La gente piensa que se achica la calle o se reduciría la calzada, pero se emplazarían en donde es la banquina”, señala Antonino Demaio, uno de los hacedores de la iniciativa.
La elección de Vergara no es casual. Esa avenida conecta diagonalmente la Ruta Provincial 201 con el distrito vecino de Morón, une las localidades de William C. Morris y Villa Tesei, y también a lo largo de su extensión -de casi siete kilómetros- se encuentra muy próxima a puntos estratégicos, como el Polideportivo Municipal, las estaciones de trenes La Salle, Ejército de Los Andes y Hurlingham, la Municipalidad, la Universidad Nacional de Hurlingham y los principales centros comerciales locales.
“Proponemos a Vergara como una columna vertebral. Corre de manera oblicua y no tiene una calle paralela como para que podamos ir por ahí, por ‘adentro’. Se dificulta el recorrido. Pensamos que en la parte en donde existen las banquinas de tierra podrían construirse las ciclovías. Las bicicletas son nuestros medios de transporte y necesitamos un espacio que sirva para trasladarnos”, indica el vecino.
En ese sentido, vale remarcar que gran parte de la avenida es de una mano por sentido de circulación vehicular. Recién a la altura de Tesei, cuando confluye con la Ruta Provincial 4 (o Camino de Cintura) y pasa a formar parte de ese corredor provincial, se ensancha y dispone de dos carriles por mano. La idea de los ciclistas es que se implemente la ciclovía en el tramo más angosto.
“Puede hacerse en los lugares aptos. Se podría empezar a construir desde el Polideportivo e ir evaluando por tramos. En Tesei es más complejo porque las veredas son cortas y están en desnivel”, explica. Y aclara: “Sabemos que se necesita financiamiento y entendemos la situación económica en la que estamos. La implementación de una ciclovía también requiere una serie de modificaciones viales, señalización, calibración de semáforos y educación para conductores y ciclistas, pero es lindo pensar a Hurlingham como la ‘capital de la movilidad sustentable'”.
La reciente movilización generó repercusión. Tanto es así que algunos concejales se acercaron para interiorizarse de la cuestión. También hicieron lo propio “funcionarios de Infraestructura” provincial.
“Hace unos días presentamos el proyecto en el Concejo Deliberante. Antes, desde el Municipio nos habían propuesto bicisendas internas, que son más decorativas pero no representan una solución al peligro que sí tiene Vergara. La mayoría de la gente tiene un concepto más recreativo, como por ejemplo con los corredores saludables, con el parquizado de las plazas, los bancos, las mesas y los juegos para niños. Son lindos, pero son complicados para usarse como medio de transporte”, cierra Demaio, quien adelanta que algunos vecinos de Morón están acoplándose a la idea para presentar ante sus ediles un proyecto para la construcción de una ciclovía del otro lado del Acceso Oeste, a la altura de Castelar, para darle continuidad al proyecto vecinal de Hurlingham.
