El expresidente Mauricio Macri profundizó sus críticas al “entorno” del presidente Javier Milei, al tiempo que cuestionó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mientras que desde el gobierno minimizaron su impacto, amparados en la alta imagen negativa con que aparee en las encuestas el líder de PRO.
En su reaparición en un acto político, que concretó anoche en La Boca, Macri había cuestionado sin nombrarlo al “entorno” de Milei, al que le achacó impedir las ayudas a la gestión libertaria que intentaron concretar desde PRO en estos primeros siete meses de gobierno.
Pero después de esa intervención, Macri confirmó, en dos entrevistas periodísticas, que se refería a la hermana del presidente, Karina Milei, y al asesor estrella del primer mandatario, Santiago Caputo.
“Esa es la mesa chica” de Milei y agregó que “antes era Posse”, dijo Macri cuando Jonathan Viale le preguntó si estaba hablando de Karina Milei y Caputo. Y agregó: “antes era (el exjefe de Gabinete Nicolás) Posse.
Macri fue duro con Caputo: “Las cosas que hablamos con Santiago no funcionaron. Por eso me sorprendió mucho el mensaje de ayer”, afirmó en relación a la curiosa “entrevista” que el asesor dio a TN para halagar a Macri en la previa del acto, acaso previendo que venían las críticas después que una semana antes lo había amenazado.
“Dijo muchas cosas maravillosas, la verdad le quiero agradecer porque estuvo generoso por demás“, afirmó Macri con ironía.
Desde la Casa Rosada desestimaron los cuestionamientos y le quitaron importancia a la posibilidad de que los legisladores de PRO le quiten el apoyo a las iniciativas de LLA en el Congreso. La nominación del juez Ariel Lijo, ayer cuestionada por Macri, a la Corte puede ser uno de los asuntos donde se den chispazos.
“Esta vez fue más allá. Incluso habló de negocios, no solo cargos. Lo dijo en la tele. Son muy claros sus intereses”, definió al respecto un armador político luego de que Macri reclamara lugares para los propios y exigiera que el Gobierno “se deje ayudar”.
Frente a las cámaras, en la habitual conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que “las palabras del expresidente Macri corren por cuenta del expresidente, y no interfieren en nada, en medio milímetro, en la acción del Gobierno”.
De persistir el fastidio del expresidente, los libertarios creen que “se enojará cada vez más” y que quedará por afuera de los acuerdos “solo y enojado”.
“Habló el del mejor equipo de los últimos 50 años que se fue con 54% de inflación”, sentenció un funcionario con despacho en Balcarce 50.
No solo no hay compresión de las críticas que esbozó Macri sino que también desmienten algunas determinaciones como por ejemplo, que la mesa chica “no se deja ayudar por el PRO” al contrarrestar que fue el propio Santiago Caputo quien se sentó sentó con Guillermo Dietrich y con Javier Iguacel para ofrecerles un lugar en la administración, que finalmente fue rechazado por ambos a raíz de los condicionamientos.
Macri tuvo palabras de elogio para Bullrich, pero enseguida aseguró que “lo que está mal es que después de perder, que nadie quería perder… pero todos esos dirigentes que la apoyaron a morir (el 90% la apoyamos a morir para que ganara) no son responsables de que ella haya salido tercera. Entonces no puede hablar con el desdén con el que ha hablado de Pro; de fusión, absorción, de todas esas cosas”. (DIB)