Seis meses de conflicto. Los perjuicios para contribuyentes y turistas. Sin servicio, abandonados, sin señalización ni asistencia. Siempre lo resolvieron con plata (ajena) y ahora los sorprendieron nuevas reglas del juego. Procurar recursos según impone LLA.
El desencuentro pasó por una licitación de la explotación que ya las partes no pueden negociar, salvo algún acuerdo explícito, que deben vender ante la opinión pública sin caer bajo sospechas de un nuevo arreglo.
El estacionamiento medido todavía (dicen) no tiene pliego de licitación, por una parte, mientras por otra (dicen) que ya está decidida. Hoy el acta de infracción no se puede leer porque no tiene tinta el carbónico (ver foto).
La disputa juega una faz de acercamiento, con mucha intervención de la autoridad de Trabajo, hoy se juntan las partes en pugna, sin soluciones a la vista.El vivir o matar entre el DE y el STM toca su fin.
El servicio no se presta, no se recauda, no se ordena, no se controla y el laudo de Provincia impone algunas reglas políticas no escritas. La pelea de fondo sigue sin resolverse, lo que alumbre deberá surgir con una regularización del servicio del estacionamiento medido con tecnología adecuada.
Brindar seguridad en la vía pública, como hace 25 años lo ofreció una contratista chilena que contemplaba todas las aristas de la problemática, como la absorción de los destajistas que pasaron como era obvio a la planta municipal, como lo decidió la política. El sistema explotó y hay que ir por la solución.