La llegada de Valentín Gómez a River, con el City Group de por medio, reforzó una relación entre la dirigencia que comanda Jorge Brito y quienes llevan las riendas y convirtieron en un gigante al Manchester City, de la mano del jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan y capitales basados en Abu Dhabi.
El primer acuerdo entre el Millonario y la multinacional futbolística quedó en el olvido. Es que los árabes le habían comprado a Racing el pase de Bruno Zuculini, que pasó por Inglaterra sin pena ni gloria, y luego le vendieron el 60 por ciento a Hellas Verona.
En 2018, cuando el conjunto argentino se sentó a negociar por Zucu -campeón de América ese año, hoy de nuevo en Racing-, el City Group también quiso su parte y finalmente River pagó 3.250.000 euros por el 50 por ciento, un 30 para los italianos y un 20 para los ahora dueños de once clubes alrededor del mundo.
Desde entonces pasaron cuatro años hasta que un tal Julián Álvarez terminó de convencer a Pep Guardiola con su talento. En el verano de 2022, las oficinas del Monumental y del Etihad Stadium de Manchester volvieron a cruzar papeles, esta vez a la inversa.
El City desembolsó 21 millones de euros brutos para llevarse a la joya surgida de River, que se quedó a préstamo hasta la dura eliminación de la Copa Libertadores en agosto, a manos de Vélez. Después partió directamente a Manchester -a pesar de que algunos dudaban si sería cedido a otros clubes del grupo- y terminó aquel 2022 con la Copa del Mundo en las manos.
Inmediatamente después hubo una negociación que no prosperó: la de Valentín Castellanos. Poco después de haberse cerrado lo de Julián, Taty había sido pedido por Marcelo Gallardo y se dijo que River llegó a ofertar hasta US$12 millones, pero el City Group no aceptó a pesar de que el jugador quería llegar. “Me quedó la espina”, declaró.
“No se llegó a un acuerdo por tema de números y por temas extras entre los clubes que no dependía de mí”, afirmó el delantero que pasó por tres de los principales clubes del grupo -Montevideo City Torque, New York City y Girona- y ahora juega en la Lazio, en una nota con DSports Radio.
Pero tal fue el éxito de Julián que el teléfono de River quedó en favoritos, por eso cuando vio la luz de Primera otra perla como Claudio Echeverri cayó el llamado y el Diablito -en una situación comunicada incómodamente, por el propio chico- fue vendido por 30 millones de euros entre fijos y variables. Bajo la misma modalidad que Julián, quedó prestado hasta -a priori- fines de este año.
