Tal cual lo adelantó mdphoy.com en exclusiva la venta de combustibles cayó en la ciudad tras la entrada en vigencia de la sobretasa a la carga de combustibles. Hubo presentaciones ante la justicia que no se ha expedido en la cuestión de fondo, por lo tanto la medida tiene plena vigencia.
Sin embargo la recesión que se transmite al consumo, ya se estima en el 30 %, no sólo por el menor uso de combustible en especial empresas de transportes que evitan (o lo hacen en forma mínima) abastecerse en surtidores ubicados en el Partido de General Pueyrredón.
La administración Montenegro enfrentó su crisis económico financiera y apeló a la aplicación indirecta de un cobro por vía de terceros, cuyos depósitos de liquidaban y abonaban a través de una aplicación especial que elaboró específicamente la Agencia de Recaudación Municipal, para afectarlo a reparaciones de la red vial.
La ARM no dispuso del servicio de manera inmediata por cuestiones de programación de sus equipos. Demoró 30 días en la fecha estipulada para comenzar a percibir el producto de la sobretasa, que proviene de la venta de aproximadamente 80 estaciones de servicio instaladas en la ciudad, que han sufrido además por extensión los efectos negativos de la medida que pausó la demanda.
Paralelamente estaciones de servicio de municipios adyacentes, General Alvarado, Mar Chiquita y Balcarce, absorben el producido de empresas de transportes de todo tipo, que salen o llegan a Mar del Plata. Otro tanto ocurre con productores rurales que evitan el recargo consistente en varios millones de pesos, según los casos, que abarcan una amplia zona agropecuaria, y obviamente para los millones de turistas que eligen la ciudad excluyente en el país, durante las vacaciones y fines de semana largo.