En las próximas horas quedará definido el cronograma para renovar autoridades partidarias del comité provincial con la convocatoria a elecciones internas para el próximo 6 de octubre para definir al sucesor del hoy senador nacional Maximiliano Abad.
Hay varios misterios que se van a develar en momentos cercanos al 6 de septiembre, fecha en que se presentarán las listas y saber, de esta manera, si la lista oficialista Adelante Buenos Aires tendrá competidores.
Como se viene señalando desde hace semanas, el mejor posicionado como sucesor en el oficialismo es Miguel Fernández, ex intendente de Trenque Lauquen y ex candidato a vicegobernador por la alianza Juntos en las elecciones de octubre pasado, que perdió por varios puntos contra el kirchnerista Axel Kicillof. Su postulación proviene desde la línea que comanda Daniel Salvador, aunque también hay quienes apuestan por el diputado nacional Fabio Quetglas. Fernández es médico de profesión y una suerte de emblema del foro de intendentes radicales, y tuvo un fuerte roce a la hora de interactuar tanto con la gestión de María Eugenia Vidal, como del nombrado Kicillof.
INQUIETUDES MUNICIPALESSu postulación respondería en principio a la cobertura de la inquietud por insertar a un dirigente muy relacionado con el quehacer municipal porque se interpreta que el foco opositor provendrá desde ese nivel para dirigir la mira telescópica política hacia la gobernación. Tal vez a esto se refería Franco Flexas, intendente de General Viamonte, cuando declaró al periodismo que se venía la etapa de los jefes comunales para comandar el órgano partidario más importante.
Cabe remarcar que la gestión radical en municipios, con mayor presencia en el interior, es uno de los principales activos del partido, y los jefes comunales lo saben. Por eso, consideran que es hora de blanquear esa coordenada importante de poder dentro del ámbito partidario. Para recordar a un jefe o ex jefe comunal al frente del comité provincia hay que remontarse varios años atrás, con gestiones como las del entonces jefe comunal de Saladillo, Carlos Gorosito, o el otrora varias veces intendente de Vicente López, Enrique “japonés” García, quien luego se encaminó a engrosar las filas partidarias del kirchnerismo.
Volviendo a Flexas, éste supo estar enfrentado con el oficialismo partidario en las famosas elecciones partidarias de principios del 2021 -pandemia mediante- acompañando a sus pares de San Isidro, Gustavo Posse -quien competía por el comité provincia-, de Maipú, Matías Rappallini, y de San Cayetano, Miguel Gargaglione. No obstante, todo indicaría que ahora Flexas estaría acompañando a la actual conducción y, por supuesto, a Fernández.
Del lado de una oposición interna que siempre está latente y en estado de recomposición, lo único claro es la voluntad de Facundo Manes de competir por la conducción del radicalismo, aunque insertando a alguien de su confianza, dado que no estaría afiliado o no contaría con la antigüedad que prevé la carta orgánica. En su selecto círculo de confianza aparecen siempre su hermano Gastón y el actual diputado nacional, Pablo Juliano, quien fue secretario de la Juventud provincial y es líder de la corriente “en lucha” en homenaje al diario que publicaba el asesinado dirigente partidario Sergio Karakachoff.
A Manes no le sobra mucho y tendrá que seguir remando para cohesionar a toda la oposición y aún así deberá pelear palmo a palmo contra una aceitada estructura oficialista partidaria. Hasta el momento, sólo cuenta con el apoyo del jefe comunal de Tandil, Miguel Lunghi, y debe hacer méritos para captar la atención de Martín Lousteau y su delegado en territorio bonaerense, el diputado provincial Pablo Domenichini, como referente de la corriente Evolución. El neurocientífico y el senador nacional por CABA se han sacado algunas fotos en conjunto, pero no se conoce un mayor recorrido hacia una alianza fortalecida.
Manes también tiene que redoblar esfuerzos para convencer a los referente más ortodoxos y que manejan un importante caudal de seguidores como es la “Vergencia”, de Juan Manuel Casella, y la Corriente de Opinión Nacional, de Federico Storani. Ambos se sienten muy incómodos con el discurso de Manes para proclamar una propuesta de “centro popular” en lugar de hablar de “socialdemocracia”, a la vez que disgustan sus últimas apariciones en las cuales el galeno cuestiona a Milei sólo por fallas en la ejecución del plan liberal y no por las propuestas de fondo.
Lo cierto es que todo esto recién empieza en los papeles, pero ya es un aviso de cuenta regresiva para que los referentes de todos los sectores dejen de hacer la plancha y se motiven para dialogar en forma más periódica sobre futuros armados y por las estrategias de cara a la lucha por el máximo sillón partidario a nivel provincial.