La zafra de la especie pelágica en Rawson activa la industria en conserveras y saladeros locales. Esta semana discontinuaron los envíos por los feriados. El precio oscila entre 800 y 850 pesos e incluye el flete. Prevén menor movimiento que el año pasado por falta de competitividad.
Al menos mientras se prolongue la conciliación obligatoria entre la CaFACH y el SOMU en Chubut, hasta los primeros días del mes que viene, las conserveras y saladeros de Mar del Plata tienen garantizada la provisión de anchoa patagónica que descarga la flota costera en Rawson y llega a la ciudad en camiones.
Hasta este miércoles las fábricas locales habían recibido más de 35 mil cajones de anchoa desde el puerto chubutense. Más de mil toneladas de una materia prima de muy buena calidad y tamaño, según reflejaron distintas fuentes industriales consultadas por este medio.
Del lado de barcos adheridos a la cámara sumaban unos 28 mil cajones de 30 kilos promedio desde el inicio de las operaciones. Completa el resto el buque “Nuevo Quequén”, de la familia Valle, que fue el primero en salir a buscar el recurso y ya completó varios viajes. Entre todos suman una media docena de buques operando a anchoa en Rawson.
Esta semana de trabajo fue atípica por los feriados casi consecutivos que imposibilitaron las actividades de reprocesamiento, principalmente en aquellos establecimientos con personal registrado bajo convenio. Ayer había sólo dos barcos pescando.
“Los barcos se fueron turnando en las salidas a la pesca para no generar un sobreabastecimiento en las empresas”, reconoció el encargado de la logística de todo el proceso y quien garantiza la llegada de la materia prima fresca en conserveras y saladeros. También hubo algunos problemas por falta de insumos en las fábricas que ralentizaron el circuito. “La calidad es buena y el tamaño también”, subrayó.
“Vienen 40 piezas por kilo”, coincide Martín Discala de Delicias Marinas. En la fábrica hacen filet de anchoa envasada al vacío que exportan a Brasil y también anchoa salada para clientes de Europa.
Puesta en Mar del Plata, con flete incluido, la anchoa vale entre 800 y 850 pesos por kilo. Los barcos completan en el día y el sistema está aceitado como para que una vez que descargan se llenen los chasis con mil cajones y enseguida salgan para Mar del Plata.
Además de Delicias Marinas, otras empresas que compran anchoa de la flota adherida a CaFACH son Natusur, Copeca, Marbella, Disemar y Salamar. Otras empresas como Isola Verde, Marbetán y Santa María reciben anchoa del “Nuevo Quequén”, con precio y calidad similares.
El año pasado los barcos de la CaFACH enviaron 120 mil cajones de anchoa a la industria conservera y saladeros de Mar del Plata. Este año asoman algunas dificultades en el sector que impiden pensar en igualar tal desempeño.
Por un lado está la propia incertidumbre de los armadores, con una negociación paritaria abierta con el SOMU y cuyo desenlace es una gran incógnita. Hoy nadie asegura que la flota siga pescando una vez vencidos todos los plazos de la conciliación.
Por el otro, las conserveras atraviesan una difícil coyuntura con caída de ventas en el mercado interno y la apertura de importaciones que complican aún más su futuro. “Nosotros proyectamos producir un 50% menos que el año pasado. En filet salado tenemos fuerte competencia de Perú”, asegura Discala.
Sobre la exportación de anchoa salada, revela que los costos laborales en Argentina “son más altos que en España y es imposible ser competitivos como para tentarlos a comprar producción nacional. Tienen pescado de Marruecos a un mejor precio”, aseguró el industrial.