Un informe del CEPA revela que el ajuste sobre los jubilados explica la mayor parte del superávit fiscal que exhibe el gobierno de Javier Milei. Le siguen la obra pública y los subsidios que se han ido quitando.
Según datos oficiales, el Sector Público Nacional (SPN) consolidó un superávit fiscal de $2,3 billones antes de cubrir intereses de la deuda y $1,2 billones después de saldarlos.
Este “éxito” económico se explica a partir de que los ingresos alcanzaran los $9,2 billones, con un aumento real de 5,8% interanual y a un gasto consolidado de 6.8 billones, con una reducción de 28.7 por ciento interanual.
El primer dato se explica por el incremento real de la recaudación -mayormente por la devaluación- de Ganancias (+92,5%), del Impuesto PAIS (+255,8%) y de las retenciones (+44,8%) compensaron la caída de los tributos asociados a la actividad, en franca depresión: IVA (-18,3%), Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social (-11,6%), Débitos y Créditos (-23,7%), y Derechos de Importación (-20,5%).
En tanto que la reducción del gasto se centró en obras de infraestructura (-77,9%), jubilaciones (-16%) y subsidios (-31,8%). En lo que refiere a las provincias, las transferencias no automáticas se redujeron 74%, y las universidades recibieron 18,6% menos que un año atrás.
Los jubilados le ponen la cara al ajuste
En las conclusiones del informe del CEPA se remarca que en los primeros cinco meses de 2024, de cada $100 ajustados, más de la mitad lo explican los recortes en jubilaciones ($31,5) y obra pública ($23,2).
Le siguen los subsidios, que aportaron 12,8%, gastos de funcionamiento del Estado (principalmente salarios) con 10,7% y prestaciones sociales con 9,4% entre las que se incluyen asignaciones, pensiones no contributivas, prestaciones del PAMI, entre otros.
Como contrapartida, el gasto en intereses de deuda -que no se registra dentro de los gastos primarios, fue de $ 1,1 billones-, y hoy significa 5 veces más que lo que se invierte en las universidades, y 17 veces más que lo que se transfiere a las provincias.
¿Qué dirá el FMI?
El éxito económico del gobierno de Javier Milei es celebrado a media por los auditores del Fondo Monetario Internacional, a pesar de que se están cumpliendo con las metas exigidas en el acuerdo vigente.
Según los datos oficiales, el superávit fiscal acumulado es de $6.465 mil millones y permitiría incluso tener déficit en junio y aun así cumplir la meta.
No son todas buenas: “Paradójicamente, al mismo tiempo que el FMI elogia el ajuste de 5 puntos del PBI, exige más sustentabilidad y una mejor “calidad”, mejorando ingresos y acelerando la quita de subsidios económicos”, alerta el CEPA.