¿Qué pudo haber pasado para tan feo despido? Se interroga Ricardo Roa editor general adjunto de Clarín, agregando reflexiones provenientes de fuentes privilegiadas. Un hecho de esta naturaleza llega al tratamiento como desusado y extraño, columna en la que generalmente no se ocupa de rebelión de fieles y carpetazos que involucran el jefe de la Iglesias Católica.
Dice Roa “Y, para no desentonar, hasta el Papa hace macanas. Echó al arzobispo de La Plata, Mestre, cercano al kirchnerismo. Por supuesto, sólo Dios sabe por qué. Había nombrado a Mestre hace menos de un año. Pasó de Mar del Plata a la tercera arquidiócesis. Un rotundo ascenso. La explicación habría o hay que buscarla en el lío que se armó en Mar del Plata, donde hubo rebelión de fieles contra los dos reemplazos que mandó sucesivamente Bergoglio y que renunciaron. Uno, dicen, por un carpetazo.
Desobediencia al Papa. Nada del otro mundo: cosas que pasan incluso dentro de la verticalísima iglesia. De paso: Bergoglio usó una palabra hoy en día grosera para alguien que suele posar de progre, aunque el conserva se le vea por debajo de la sotana: mariconerías. Más cosas que pasan. Y después… ¿quién realmente piensa que alguien en este país se va a asustar porque echen o renuncie un ministro?”