Estaba todo dado para que la figura de este cruce de los 16avos de final de la Copa Argentina sea un jugador de River. Esequiel Barco, por su golazo de tiro libre, tenía todos los números. Pero la noche de Mendoza le terminó sonriendo sobre el cierre a Temperley y el gran héroe fue Francisco Rago, quien se hizo gigante en la definición por penales.
Pancho, como lo conocen en el Ascenso, había sido de los puntos más altos del Gasolero en los 90 minutos iniciales. Grandes respuestas ante los remates de Andrés Herrera, Pablo Solari y Claudio Diablito Echeverri. Sin embargo, lo mejor lo dejó para el final.
La tijera de Fernando Martínez, ya en tiempo de descuento, fue un baldazo de agua fría para el Millonario, que no pudo sostener la ventaja y debió definir todo desde los doce pasos. Y allí agrandó su espalda el N°1 celeste, que le ahogó los gritos a Esequiel Barco y a David Martínez. Y que la noche anterior había tenido un sueño revelador.
“Había soñado que íbamos a empatar e iba a atajar dos penales. Se los prometí a los chicos dos penales”, indicó Rago en tycsports.com. Y confesó que tenía encima un machete, pero lo terminó haciendo un bollito: “Yo tenía un papel, pero en el primer penal vi que lo abrió suave, supe que me habían estudiado el método y cambié. Por eso me tiré para aquel lado (derecho)”.
Y siguió, con una sonrisa de oreja a oreja, en pleno campo de juego del Malvinas Argentinas: “Yo dejé el papel, no miré más y traté de guiarme por el instinto. Por suerte pude atajar el de Barco”.
Dejar afuera a un grande no sucede todos los días, por eso el guardián gasolero sigue pellizcándose para ver si realmente sucedió: “Todavía no caímos. Son cosas muy fuertes. Jugamos con un equipo grande y es muy difícil caer. Eliminar a River es todo. Uno desde muy chico iba a jugar a la plaza y nombraba a jugadores de Primera. Hoy los teníamos al lado jugando… Es el momento de disfrutar, de no guardar nada y hoy lo hicimos”.