Los alcaldes de Mar del Plata y San Isidro señalaron que hay una tendencia negativa que podría incluso profundizarse los próximos meses con la recesión.
Las tasas municipales son el principal ítem de ingresos para la comuna: con $76.300 millones pautados, representan cerca del 40% de la proyección de recursos para este ejercicio, que asciende a $199.500 millones.
En este esquema, la Tasa por Servicios Urbanos (TSU) y la Tasa por Inspección en Seguridad e Higiene (TISH) son los ingresos no tributarios más importantes.
En el plano local, la cobrabilidad de la TSU ya da signos de caída. En enero de 2023 era del 54,4% y, en febrero de ese mismo año, 54,7%. En contrapartida, en 2024, fue del 52,7% en enero y del 54,1% en febrero.
Asimismo, el intendente de San Isidro, Ramón Lanús, describió el complejo panorama que enfrentó al recibir un municipio con una deuda de más de $8 mil millones. Además, señaló que la brusca caída de la recaudación dejó una situación de cuentas públicas “muy comprometida”.
A través de un video en sus redes sociales, Lanús ratificó su compromiso de administrar con austeridad y transparencia. “Siempre lo haré con la verdad, dando la cara en los momentos difíciles”, aseguró.
Tal como se informó, los municipios bonaerenses resolvieron aumentar las tasas por encima del 100%, mientras que la mayoría de los intendentes recurren a un mecanismo novedoso y, buscan atar los ajustes de los tributos locales a la inflación.