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La pesca argentina no se licitará

Tras 34 días de continuas reuniones con funcionarios de gobierno, gobernadores, intendentes y fundamentalmente legisladores, el sector pesquero logró ser escuchado y fue eliminado de la Ley Ómnibus el capítulo de modificaciones a la Ley de Pesca. Crónica de un mes de locos con final feliz.

En horas del mediodía, cuando recién se llevaban dos horas de las más de treinta que se estima durará la sesión en la Cámara de Diputados para debatir sobre la Ley Ómnibus, el Secretario Parlamentario dio lectura a los artículos que se suprimirían antes de dar inicio al debate para la votación en general. Cuando Tomás Figueroa comunicó que se eliminaban, “los artículos 211 hasta el 20 inclusive”, los teléfonos estallaron: el capítulo entero dedicado a la Pesca se había archivado y la licitación de los recursos pesqueros no sucedería y lo que fue considerado su hora más difícil por fin había pasado.

El 27 de diciembre, cuando se envió al Congreso el Proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, se conoció la intención del Gobierno de realizar una reforma del Régimen Federal de Pesca, permitiendo descargar en puertos extranjeros o en altamar; llevar tripulación extranjera, cambiar el criterio de asignación de cuotas por una licitación internacional al mejor postor; se eliminaban las condiciones de origen y antigüedad del buque para acceder a un permiso y se vaciaba de facultades al Consejo Federal Pesquero donde están representadas las provincias con litoral marítimo, delegándoselas al Subsecretario de Pesca quien podía de forma arbitraria manejar la política pesquera.

Desde ese día y durante más de un mes, la industria pesquera entró en un impasse, ya no existió prácticamente otro tema más trascendente. Los empresarios más importantes del sector, los representantes de todas las cámaras empresarias y los dirigentes gremiales dejaron de lado sus actividades para dedicarse a gestionar reuniones con funcionarios, gobernadores, intendentes, medios de comunicación y fundamentalmente legisladores de todos los bloques parlamentarios.

Primero se logró, con la intervención del Gobernador de Chubut y el Intendente de Mar del Plata, que se eliminaran los artículos que permitían descargar en puertos extranjeros y llevar tripulación foránea, lo que era un verdadero despropósito. Pero en ese mismo acto se aceptó que la licitación fuera nacional y lo que pretendió ser una ayuda se convirtió en una soga al cuello de la que llevó mucho tiempo y trabajo deshacerse.

El Gobierno estaba convencido de que la pesca dejaba solo el 0,2% de sus ventas al país e insistió en la licitación de cuotas. Desde el sector intentaron que entendieran que esto generaría “irremediables perjuicios a la economía del país y al trabajo argentino” y que el aporte del sector en concepto de impuestos era el 35% y en sueldos y cargas sociales el 33%. Pero los esfuerzos parecían inútiles y comenzó a sospecharse la existencia de “una mano negra”.

Pero lo que no entendió o no quiso entender el Gobierno, lo comprendieron claramente los diputados de Unión por la Patria, de la Unión Cívica Radical, del PRO, de Hacemos Confederación Federal y la Izquierda, quienes comprometieron su apoyo y voto negativo cuando el debate llegara al análisis en particular de los artículos.

Con ese panorama se llegó al día de ayer al Congreso y los representantes de varias cámaras empresarias y gremios se hicieron presentes para hacer visible su apoyo a los diputados aliados. Pero no fue necesario esperar a la votación en particular porque rápidamente se supo que el capítulo completo de modificación a la Ley de Pesca se había eliminado. Decisión que se debió tomar el martes en la reunión de Labor Parlamentaria.

La noticia sorprendió a los referentes del sector que rápidamente difundieron la novedad, pero para las manifestaciones de alegría hubo que esperar porque a los pocos minutos, el presidente del Bloque de la Unión por la Patria, Germán Martínez, presentó una moción para que el proyecto volviera a Comisiones. Algo que ya había propuesto la diputada Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, al señalar que el dictamen no era el aprobado en comisión sino uno elaborado “en un departamento de Recoleta”.

“De los laberintos se sale por arriba, tienen una única oportunidad de solucionar todo. Hacemos una moción de que esta ley vuelvan a comisiones. Vamos a pedir votación nominal. Si quieren cuidar al Presidente acepten que vuelva a comisiones. ¡No aceptemos cuestiones gravísimas, digan no!”, exclamó Martínez en el recinto y se sometió a votación.

Los minutos que siguieron generaron un gran nerviosismo: se había logrado por fin que el capítulo de pesca se archivara y se podía volver atrás. Pero finalmente la votación terminó con 103 votos positivos y 149 negativos.

Entonces sí, todos respiraron tranquilos, se permitieron festejar y redactaron un comunicado conjunto en el que manifestaron “su agradecimiento hacia todos los gobernadores, legisladores e intendentes por el involucramiento y compromiso que realizaron para defender al sector pesquero” y atribuyeron el logro “al trabajo denodado de los diferentes bloques de diputados”.

Como demostración de una unidad inaudita en el sector, que solo el gobierno de Javier Milei pudo conseguir, el comunicado que emitieron desde Intercámaras, conformada por CAPECA; CAPA; CAIPA; Cámara de Armadores; Asociación de Costeros; UDIPA; CAPIP; CEPA, y CAFREXPORT, sumó a ADPA, a la marplatense ALFA y a la patagónica CAFACH.

 

El año para la industria pesquera comenzó nuevamente hoy y ahora deberán abordarse todos los problemas reales y urgentes que realmente tiene el sector. Existe la convicción de que el gobierno buscará avanzar en el año con algunas de las modificaciones que intentó imponer, lo que generará sin dudas muchas discusiones, pero también una gran oportunidad para subsanar todo aquello que se ha hecho mal y lo que debe mejorar.

 

Revista PUERTO

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