El rótulo de hay más localidades y salvar el bordereaux en las boleterías, hizo abundante la oferta para una demanda que podía haber sucumbido, si lo presagios de una economía que muestra la peor cara de la derrota se hubieran cumplido. No ató la taquilla a la aplicación de índices que fatalmente se blanden a diestra y siniestra.
No fueron butacas vacías de menores servicios de colectivos, no fueron menos carpas de sombra alquiladas, no fueron tantos menos cubiertos en los restaurantes en un contexto de la ley ómnibus que se debate para transformar la economía. Este es el contexto, es el desafío que hay que atravesar.
No es meterse en discusiones banales que inundan la política y no conducen a ningún puerto. Había que llevar el barco de una temporada que mide el humor de la gente, según el éxito y el fracaso. Y a grandes males grandes soluciones.
Y una propuesta sin caer en el elogio fácil es direccionar el premio Estrella de Mar de Oro, sin que se roce con la política. No hay plata y las transformaciones imaginan un desierto que hay que atravesar. No era fácil “salvar la ropa”, llegar a pensar en la cercana semana de carnaval y luego las clases del ciclo lectivo. La inyección del optimismo es la piedra basal de cada una de las empresas.
En el texto que surge de 3:40 minutos de audio brindados a mdphoy.com sólo se reproduce el contenido del análisis de Carlos Rottemberg, para hacer la evaluación que corresponda en función de lo que ha ocurrido.
El dixit del teatro:
“En el mes de octubre, aún sin saber que gobierno iba a regir en la Argentina, me preguntaba cómo celebrar de alguna manera los 150 años de Mar del Plata. Desde mi empresa se me ocurrió una manera, con una inflación que ya estaba bastante alta para esa fecha. Fue imaginar una fórmula que llamé precios amigables, en Buenos Aires y en las giras por las provincias argentinas”.
“La platea en el rango comercial había llegado entre 8 y 12 mil pesos, y me propuse estrenar la temporada con ese precio, perforando por debajo la inflación y también los valores relativos en relación a otros insumos y otras actividades, lo anuncié y tengo que reconocer que la prensa nacional por derecha y por izquierda se sumó a difundirlo, hablando de esta iniciativa de precios amigables”.
“Debutamos y desde el primer momento se notó que la cosa funcionaba , originalmente pensé que sólo iba a ser para el arranque, durante los primeros datos auditados por las entidades de los empresarios arrojó 54% arriba de espectadores, para fin de año y la primera semana de enero, me propuse sostenerlo”.
“Dos parámetros que confirman el éxito de la iniciativa fueron por un lado, una menor cuota de turismo y una caída en ventas en unidades de consumo de todos los artículos y justamente el teatro que siempre fue una variable que acompañó a las otras actividades estaba marcando una diferencia muy importante”.
“Por otro lado, la pauta indicó que no crecieron Buenos Aires y Villa Carlos Paz. Las salas colegas y los distintos espectáculos decidieron sumarse a la decisión de la empresa que represento”.
“Los 15 cafés de la peatonal San Martín fueron el parámetro de siempre y hoy nos tomamos ocho y el público volvió a la costumbre de repetir más de un espectáculo, porque encuentra que el precio es amigable, da certeza y no responde a la incertidumbre de no saber cuánto valen las cosas”.