Pareciera que en Mar del Plata todavía seguimos viviendo una Argentina del pasado, más concretamente en el Concejo Deliberante. Y el orden de prioridades se fija en cuestión de la oportunidad. Fue algo más que un lavado de cara que habilita para la burocracia política el papel del beneficiado. El radicalismo cubrió el compromiso de un intendente apretado. Es una típica acción de lavado que revela un clásico enjuague político.
Podemos estar de acuerdo o no, pero lo del título de Ciudadano Ilustre para Florencio Aldrey Iglesias es algo muy sintomático si se lo contempla en un contexto dónde hay algo que afecta a una parte importante de la población del partido de Gral. Pueyrredon.
Todos los medios han estado reflejando lo que ocurre con el IOMA. Desde octubre han existido movimientos que han alertado sobre esto que hace a la salud, con casos muy graves.
Este lunes, sin ir más lejos, también se hizo presente en la Delegación local del instituto, el Sindicato de Trabajadores Municipales, para exigir respuestas. Lo concreto es que se sigue con la misma historia, “estamos trabajando para encontrar soluciones…”. Es una frase calcada desde entonces. El problema es que la salud no espera.
Pero volviendo al Concejo. Llama la atención que esto, que tiene gran resonancia e importancia, habiendo igualmente dicho lo suyo ya el año pasado el Colegio de Magistrados, recién tomó el tema el cuerpo deliberativo local en los últimos días, ignorando notas anteriores, conforme lo que sabemos.
Esta es la terrible contracara de lo que sucede con el expediente por el título de ciudadano ilustre para Aldrey Iglesias, entrado el 12 del corriente por el radicalismo, siendo su autor quien es a su vez presidente del comité local, el Concejal Daniel Nuñez. Pasó por una comisión del concejo y listo, a punto de caramelo.
En tanto, los miles de afiliados del IOMA, sufren la falta de atención, los medicamentos caros si se hacen de las recetas, la falta de lugar para internarse, la ausencia de ambulancias y quizás hasta el perder la vida en un deambular inhumano.
Mirando los acontecimientos, se podría pensar que quizás esta ineludible comparación, el apuro para un título y la lentitud para la salud de la población, si Aldrey es todo lo que dice en su escrito Nuñez, no debería ser del agrado de quien aparece en los considerandos como un salvador de Mar del Plata. Más parece un triste favor.
Así está la política en nuestro distrito.
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