UNA ALQUIMIA QUE DA ORO DEL MAYOR KILATE
Por Virginia Ceratto
(especial para Mdphoy.com)
Con una puesta clásica, minimalista, que se puede describir como dos mujeres y una guitarra con incunables imágenes de fondo, Graciela Borges presenta, junto a la intérprete Adriana Barcia, su espectáculo “Alquimia”, una maravilla, con hallazgos y sin estridencias, sin golpes efectistas (no los precisa) que encanta, ese es el término, a la platea, preferentemente de público adulto y a los jóvenes que no han visto cine de culto y que comprueban por qué esta mujer es una gloria que ha consolidado una trayectoria de décadas, con directores y films tradicionales o más osados, como Pubis angelical o Heroína, como ejemplo, y que siempre ha dado en la tecla indispensable en sus personajes, ya sea como mujer del campo, junto con Alcón, uno de sus partenaires y amigo o como alienada, o ebria, o viuda sin consuelo.
La selección de escenas (en la proyección) de su amplia panoplia lleva al recuerdo de películas indispensables y es el marco ideal para este dueto que combina anécdotas y poesías, dichas desde esa voz cascada, grave, profunda, de Borges, con canciones argentinas y latinoamericanas interpretadas, como contrapunto, por Adriana Barcia, impecable y a la altura de la gran actriz internacional.
Algunos momentos de nostalgia, varios de humor, otros de confidencias, o infidencias, van variando los climas de este espectáculo que es una delicia.
Los poemas, referidos a sus autores, como Idea Vilariño, Mario Benedetti, acompañados por referencias biográficas, son un plus en este recorrido que vale la pena transitar.
Me detengo en uno, de Hamlet Lima Quintana, porque resume lo que se ve en el escenario: Hay gente que con sólo decir una palabra (…) nos hace recorrer toda la magia (…). Que con sólo empuñar una guitarra hace una sinfonía de entrecasa (…). Y se queda después, como si nada. Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria…
Así Borges y Barcia.
Imperdible.
Hay artistas, como estas dos mujeres juntas, tan necesarias.
