Aprovechando la oportunidad que representaba el temporal de viento y lluvia y la falta de control por las condiciones climáticas adversas, un grupo de individuos intentó perpretar un robo “piraña” en la zona Sur de la ciudad.
La víctima comenzó el relato de los hechos en la Red social X, ” el domingo a la madrugada, cuando viajaba en una camioneta con mi esposa e hija de 8 años, fui atacado por un grupo de personas en medio de la tormenta.
La pareja se encontraba junto a su mujer viendo una película en su casa y cerca de la medianoche recibió un llamado de la hija que había quedado en la casa de una amiga a dormir, ubicada en el Bosque Peralta Ramos, para que fueran a buscarla sus padres porque aparentemente tenía miedo en medio del temporal.
Hasta allí , una escena normal de cualquier niño que se queda a dormir en casa de un amigo. De inmediato, el hombre y la mujer salieron a buscarla y al momento de subir a la camioneta se dieron cuenta de que no tenían consigo las llaves de su casa: habían cerrado la puerta y no iban a poder regresar.
Al contar con una copia de las llaves, en el departamento céntrico de la madre del hombre, fueron en su búsqueda en medio del temporal e inmediatamente porque las calles de la zona sur suelen anegarse cuando llueve en grandes cantidades.
Camino a la casa de su madre , comenzaron los hechos y mientras la niña dormía en el asiento trasero del auto, en la calle Triunvirato vieron cómo la cuadra siguiente se encontraba inundada , sin embargo, decidieron cruzarla. En la travesía, el vehículo empezó a perder velocidad en medio de la copiosa lluvia.
En ese momento , la pareja vio cómo dos hombres se acercaron y golpearon su vehículo con una cadena, y detrás llegaron más agresores. De inmediato, el conductor intentó acelerar y el motor aumentó las revoluciones, mientras la mujer gritaba y la niña se despertaba.
Luego de atravesar momentos de desesperación , el rodado logró pasar la zona anegada y huyó a toda velocidad. Al llegar a una estación de servicios situada en Mario Bravo y Edison, las víctimas frenaron la marcha porque la camioneta parecía presentar un desperfecto, y además le contaron allí lo sucedido a policías que se encontraban en el lugar.
Luego, comprobaron que el vehículo podía seguir su rumbo y lograron llegar a su casa. “Al fin llegamos a casa, todavía temblando y con un mezcla horrible de sensaciones entre porque tenemos tanta mala suerte de que nos pase algo así, empezando por las llaves y terminando rogando por nuestras vidas… Porque sentimos eso…. Obviamente dormimos poco y mal, la cabeza sin parar de preguntarse que hubiese pasado si…”, concluyó el relato el hombre.