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El Gobierno pagará U$S 2600 millones al FMI con fondos del swap con China

Según adelantó el ministro de Economía, Sergio Massa, las cancelaciones de octubre se realizarán con los fondos obtenidos a través del nuevo swap firmado por el presidente Alberto Fernández con su par chino, Xi Jimping. El calendario del FMI prevé tres vencimientos.

El Gobierno argentino efectivizará la semana próxima el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) de los vencimientos previstos para octubre, que rondan los US$ 2.600 millones, con los fondos del nuevo swap de monedas suscripto con China.
El ministro de Economía y candidato presidencial por Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, adelantó el último miércoles que “la semana que viene” el país va a proceder a “precancelar los vencimientos del FMI para que no haya incertidumbre alrededor de ese tema”, luego de que el presidente Alberto Fernández firmara con su par chino, Xi Jimping, la suscripción de un nuevo swap con China por US$ 6.500 millones.
El calendario del FMI prevé tres vencimientos con el país: el 6 de octubre por US$ 1.280 millones, el 12 de octubre por otros US$ 640 millones y un tercero por US$ 673 millones el último día hábil de octubre, aunque los mismos pueden ser saldados todos juntos a fin de mes, sin cuestionamientos por parte el FMI, que ya avaló en el pasado esta práctica.
Dadas las escasas reservas, los pagos al Fondo deberán realizarse con los fondos obtenidos a través del nuevo swap con China, que son fondos de libre disponibilidad según aclararon esta semana funcionarios técnicos del Gobierno, como Gabriel Rubinstein, el viceministro de Economía.
Rubinstein precisó que los fondos obtenidos del nuevo acuerdo de swap con China se podrán usar para importaciones, pagos externos o intervención en el dólar CCL/MEP, “que esperemos puedan bajar y alejarse de los valores de ´pánico´ recientes”, dijo a través de su cuenta de X, antes Twitter.
La Argentina utilizó por primera vez los yuanes de libre disponibilidad del intercambio de monedas con China para pagar al organismo internacional en junio último, cuando se demoraba la aprobación de la quinta revisión del programa, que luego fue aprobada junto con la sexta revisión, a fines de agosto.
La próxima revisión con el Fondo, para destrabar más recursos, será en noviembre, y todo indicaría que comenzará formalmente una vez finalizadas las elecciones generales, que en caso de extenderse a un eventual ballotage será luego del 19 de noviembre fecha prevista para una hipotética segunda vuelta.
“Es de interés para el FMI seguir trabajando con la Argentina con un consenso tan amplio como sea posible para garantizar la estabilidad y la prosperidad del país”, afirmó la vocera del organismo multilateral, Julie Kozack, durante su última aparición con la prensa en la que se refirió a la Argentina a fines de septiembre último, donde sostuvo también que las últimas medidas tomadas estaban siendo evaluadas a la luz del programa.
El 23 de agosto la Argentina recibió un desembolso de US$ 7.500 millones luego de que el Directorio del organismo aprobara la quinta y sexta revisión del acuerdo vigente.
El giro se otorgó aún a pesar de que “los principales objetivos del programa no se alcanzaron, como consecuencia de la sequía sin precedentes y desviaciones de las políticas”, según señaló el Fondo a través de un comunicado.
El FMI aclaró que hubo un cambio en las metas y medidas estipuladas inicialmente en el programa, y que “en un contexto de elevada inflación y crecientes presiones sobre la balanza de pagos, se acordó un nuevo paquete de medidas centrado en fortalecer las reservas y reforzar el orden fiscal”.
El Fondo plantea un escenario base de las expectativas macroeconómicas y de las metas del programa acordado: para 2023 prevé una caída del PBI de 2,5% “debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía y políticas macroeconómicas más estrictas durante el resto del año”, y mantuvo la meta anual de 1,9% del déficit fiscal.
No obstante, el Fondo prevé una recuperación en las cuentas externas hasta fin de año, en parte por el fin de la sequía y la puesta en marcha del gasoducto presidente Néstor Kirchner (GPNK), lo que permitiría a la Argentina alcanzar la meta de acumular US$ 1.000 millones netos en 2023, según se desprende de los números que maneja el organismos multilateral..
Los técnicos de Economía y los del Fondo venían negociando desde abril pasado una revisión del programa debido a los efectos de la sequía que afectó la actividad agropecuaria, y por consiguiente las exportaciones y el ingreso de divisas.
Finalmente, el 28 de julio último se concretó el acuerdo técnico y el staff del FMI elevó un informe al directorio ejecutivo, que lo aprobó luego del receso del verano boreal de principios de agosto.
Entre el acuerdo técnico y la aprobación del directorio se llevaron a cabo las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), en las que se posicionó primero el candidato libertario Javier Milei, lo que provocó cimbronazos en los mercados que llevaron a una devaluación que venía exigiendo el Fondo, de más del 20%, por considerar que el tipo de cambio oficial estaba retrasado.
Según Massa, “agosto ha sido uno de los peores meses en el proceso económico de los últimos 30 años, producto de una imposición del FMI que de alguna manera golpea enormemente nuestra economía, que es la imposición de la devaluación más el impuesto PAIS como mecanismo de garantía que pretende el Fondo para su cobro, su percepción”, dijo en esa oportunidad.
La Argentina renegoció el préstamo de US$ 45.000 millones otorgado por el FMI al Gobierno de Mauricio Macri en 2018, a través de un programa de facilidades extendidas que está vigente.

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