En el marco del ciclo Fuera de circuito, este jueves a las 20 en el cine Santa Fe (Santa Fe 1854) se verá Control, una biografía del líder de la banda Joy division, Ian Curtis, desde su adolescencia hasta el fin de sus días. Otro mito del rock, una figura relevante que fue puro momento, puro presente, hasta su muerte.
El film británico dirigido por Anton Corbijn -de quien este jueves se conocerá El ocaso de un asesino, con George Clooney-, cuenta en sus protagónicos con Sam Riley, Samantha Morton, Toby Kebbell y Alexandra María Lara. Allí se hace hincapié en la importancia de la figura de Curtis en el marco de la movida del rock inglés.
Curtis fue considerado un poeta maldito, alguien con una enorme vocación para las letras fatalistas, casi suicidas. De hecho, según algunas biografías, fueron los problemas de salud y los sentimentales los que lo llevaron a suicidarse a los 23 años. Dicen, que fue a poco de ver un film de Werner Herzog centrado en un artista que se quita la vida.
Lo cierto es que la desaparición del vocalista de Joy division se dio poco antes de que la banda comenzara su gira por Norteamérica. Su figura era central en la escena de la new wave, y su inspiración llegaba desde su admiración por David Bowie y el punk de los Sex pistols. Esto es parte de lo que recupera Control.