El duro resultado electoral en las PASO dio un “baño de realidad” al intendente de Olavarría, Ezequiel Galli (PRO) y expuso la crisis política de un gobierno municipal desgastado por los escándalos y denuncias de corrupción.
Relegado al tercer lugar entre los candidatos más votados y con apenas 12 mil votos propios – una merma considerable respecto a otros comicios-, quedó detrás del candidato del peronismo, Maximiliano Wesner y la representante libertaria Celeste Arouxet. Con un escenario complicado, el jefe comunal olavarriense se aferra únicamente al voto global de Juntos como única esperanza de competitividad de cara a octubre.
En ese marco, el cimbronazo se notó con las últimas acciones de gobierno y la salida de algunos funcionarios. El caso más resonante se produjo este jueves con la renuncia de Diego Robbiani, secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida.
No es una figura más. Se trata de uno de los dirigentes más emblemáticos de su Gabinete desde prácticamente el inicio de su gestión. En los últimos dos años, el abogado quedó salpicado por numerosas denuncias y escándalos de corrupción a nivel personal y como responsable de una de las áreas de gobierno más sensibles en la comunidad.
Pero lo que parecía una “salida cantada”, desde hace meses, se dilató por temor a ser leído como un signo de debilidad política y retumbó hoy, en medio de un golpe de timón activado con polémicos cambios para darle aire a la gestión. A través de una carta de despedida, Diego Robbiani y luego de agradecer al intendente Ezequiel Galli y su equipo, afirmó que “lo colectivo debe estar por encima de lo personal y es momento de confirmarlo con hechos”
“Durante 8 años fui Secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida del Municipio de Olavarría, cada mañana, tarde y noche fueron dedicadas a cumplir con mi labor. Una actividad de 24 horas que requiere de enorme esfuerzo, y que, en cada segundo, realicé con planificación, pasión, honestidad y resultados” consideró.
La lista de escándalos en la que se vio envuelto Diego Robbiani
En el año 2022, una denuncia judicial por estafas reiteradas activadas a través de la venta ilegal de terrenos sacudió al Municipio de Olavarría.
El escándalo se destapó cuando salieron a la luz una serie de denuncias realizadas por vecinos que fueron víctimas del engaño. Los damnificados, entregaron importantes sumas de dinero como parte de los trámites iniciales para la compra de terrenos privados y fiscales.
En la supuesta operatoria, siempre aparecía un mismo interlocutor, identificado como Claudio Ariel Peralta. El apuntado, se presentaba ante los interesados como un dirigente barrial con amplia llegada a funcionarios municipales del gobierno del intendente Ezequiel Galli y mostraba una red de contactos con una escribanía en la que se iniciaban los trámites.
El sujeto contaba con información clave sobre la ubicación los números de matrícula de los terrenos a los que solo podía accederse a través del área de Catastro municipal.
Las investigaciones derivaron en la imputación penal a Mariano Ciancio, un dirigente barrial que se sumó a la gestión del intendente Ezequiel Galli como Asesor Municipal en la secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida que conducía el propio Diego Robbiani, de quien se mostraba como estrecho colaborador.
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