Sobre la ruta 80, a unos 105km de la ciudad de Necochea, se encuentra la estación ferroviaria La Negra. Recibe este nombre por la gran estancia que se erige a los alrededores del poblado. Esta estación, inaugurada en marzo de 1909, pertenecía al ramal General Roca, desde Gardey hasta Defferrari.
La Negra fue el punto intermedio entre la estación Alfredo Fortabat y la estación Claraz. Con la llegada del ferrocarril, las familias ligadas a la actividad comenzaron a asentarse allí y conformaron una pequeña comunidad. Las actividades agrícolas también hicieron que el pueblo creciera en población.
Centenares de personas vivieron en La Negra en sus años de esplendor. Junto con el ferrocarril supo tener la fábrica de quesos Los Valles, que explotaron 14 tambos manuales para la obtención de la materia prima, un club social y deportivo, el almacén de ramos generales de la familia Redolatti y la Escuela N° 13, que hasta el día de hoy funciona.
Con la desaparición del ferrocarril la población fue migrando hacia las ciudades cercanas, como Tandil y Necochea. Con el paso de los años, La Negra quedó prácticamente desolada y, al día de hoy, apenas vive un puñado de población rural, mayores de edad todos ellos, que pugnan por mantener viva la memoria del pueblo.
En la antigua estación de tren vive todavía una persona que se encarga de cortar el césped y mantener la fachada del centenario edificio. Las demás edificaciones, también centenarias, conforman una memoria activa de una localidad que supo desarrollarse junto al furor de los trenes argentinos y se apagó con ellos.