Con la candidatura de unidad de Sergio Massa definida, en el peronismo ahora preocupa el derrumbe de Javier Milei en las encuestas.
En el oficialismo consideran que la permanencia de Milei en los dos dígitos es la clave para no perder en la provincia de Buenos Aires, en donde creen que la pelea sea palo y palo con Juntos por el Cambio
Para que Axel Kicillof retenga la provincia y le aporte votos fundamentales a Massa, en el PJ creen que Milei debe sacar un mínimo de 10 puntos en territorio bonaerense.
También Marín Inasurralde tiene vínculos con Milei: en el peronismo bonaerense le prometieron que le van a fiscalizar en el Conurbano.
Pero el peronismo está viviendo como un problema propio la pérdida del “momentum” de Milei, que durante meses apareció como el eventual candidato más votado en las primarias. La figura del libertario está quedando presa de los resultados insignificantes que acumula en las provincias y especialmente por los escándalos en su armado.
Milei se deshizo de un dirigente como Carlos Maslatón y se rodeó sólo de su hermana y del periodista Carlos Kicuchi, que cada semana debe salir a desmentir haber sido expulsado del armado.
Ahora Milei quedó envuelto en denuncias de venta de candidatos en la provincia por una serie de notas de Clarín. Enojado con el matutino, el libertario salió este miércoles a cuestionar a “los medios y la casta”, pese a que puso a una periodista de candidata, y se despachó contra los recaudadores de todos sus rivales.
“Cada minuto que dedican a operarme porque expongo los negocios de la casta, porque valoro a mi familia, ó porque amo a mis perros, es proporcional al tiempo que dedican a esconder a los culpables de la decadencia nacional”, dijo.
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